Hamilton embistió a Raikkonen con el semáforo en rojo. Alonso abandonó tras sufrir una salida
09 jun 2008 . Actualizado a las 13:18 h.En un año la vida puede dar un giro de 180 grades. En el 2007, Montreal se convirtió para Lewis Hamilton en un lugar de peregrinación vital porque allí logró su primera victoria en la fórmula 1. En cambio, Robert Kubica miraba con ojeriza el circuito canadiense, después de estar a punto de dejarse la vida en el accidente más espectacular de la temporada. Pero solo un año después, ambos pilotos han cambiado sus sentimientos sobre el Gran Premio de Canadá. Para el inglés, Montreal será ahora el lugar donde cometió otro error de bulto, esta vez en el pit lane arrollando por detrás a Kimi Raikkonen. Para el polaco, Montreal es el paraíso donde degustó el sabor de su primera victoria en la fórmula 1. ¿Y para Alonso? Una esperanzadora carrera para olvidar por culpa de otra avería. El R28 solo decide averiarse cuando intuye que acabará en los puntos, como ocurrió en Barcelona.
Pero Alonso perdió un puesto en la salida en favor de Rosberg y no por culpa de su monoplaza, sino de su tímida maniobra. Rodó quinto la primera parte de la carrera. Hamilton hizo buena la pole y pronto puso distancia de por medio con respecto a Kubica y Raikkonen. Un accidente de Sutil frustró la ventaja del inglés con la entrada del coche de seguridad. Solo unas vueltas más tarde los cinco primeros entraron en ese momento a repostar. Raikkonen salió primero de su box, pero se frenó ante el semáforo rojo. Pero Hamilton se precipitó en la salida y, ofuscado a verse tras el Ferrari, se empotró contra éste, dejando así fuera de carrera a los dos principales espadas. Nico Rosberg se sumaba al capítulo de damnificados sacrificando su alerón en el McLaren de Hamilton.
Era la oportunidad de Alonso. Rodaba décimo, pero muy pocos acumulaban una parada, como él. Su rival era Kubica. Y el de éste, Nicky Heidfeld, que regresaba de boxes por delante del polaco. Pero éste se lo sacudió en la primera curva y se fue a por la victoria. Alonso, en cambio, no fue capaz de abordar al alemán, el mismo que le desesperó en Mónaco donde intentó un adelantamiento suicida. Pasaban las vueltas y Alonso seguía estancado. Hasta que perdió el control del coche a 24 vueltas de la conclusión. Por cuarta vez en el año, cero puntos en su casillero. Por delante, su amigo Kubica vivía el éxtasis de la bandera a cuadros. El año pasado su triunfo fue salir vivo. Este año se va como líder del Mundial.