Solo 923 fueron dados de alta en el lugar del suceso sin necesidad de ser atendidos en ningún centro sanitario
07 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Galicia paga cada año un duro tributo a las carreteras. Casi trescientas personas se dejan la vida en una cuneta. Son las frías cifras del día a día de la red viaria gallega, las mismas que acaban adquiriendo cierto aire de rutina ante la aparente insensibilidad social.
Nadie piensa que se va a morir en un accidente de tráfico. Pero en la carretera no hay solo muerte. En los segundos que dura un siniestro suceden tantas cosas que es difícil salir indemne de una colisión o de un vuelco. Las fuerzas que actúan sobre los ocupantes son muy bruscas y las lesiones son casi siempre inevitables. Y Galicia lo sabe bien. Entre enero y septiembre de este año hubo 216 muertos en las carreteras de la comunidad. Es una cifra impactante. Pero no lo es menos el número de heridos.
En lo que va de año se registraron más de ocho mil accidentes de tráfico, y más de once mil personas resultaron heridas de distinta consideración. En los mejores casos, todo se cerró con un gran susto y algunos rasguños sin importancia. Fueron los menos. Solo 923 de los 11.087 heridos este año fueron dados de alta en el lugar del siniestro después de ser evaluados y curados por los técnicos sanitarios. Otras 663 personas atendidas por el 061 fueron consideradas en principio como leves ya que sólo necesitaron asistencia en un centro de atención primaria y luego recibieron el alta médica.
Pero los siniestros de gravedad representan la mayoría de las asistencias prestadas por el personal médico y sanitario de las ambulancias del servicio de urgencias del 061, que depende de la Consellería de Sanidade y que coordina la práctica totalidad de las emergencias sanitarias que se producen en la comunidad.
Así, la central de coordinación del 061 de Galicia tuvo que trasladar a hospitales y con carácter de urgencia a 10.573 personas desde el mismo lugar del siniestro o desde los centros de salud a los que habían sido llevados en un primer momento. Para ello fueron movilizados, en función de la gravedad de los lesionados, los recursos del 061, formados por más de un centenar de ambulancias con bases distribuidas estratégicamente por la comunidad autónoma y dos helicópteros, que tienen su centro de operaciones en A Coruña y Ourense.
El análisis de las intervenciones del 061 en accidentes de tráfico este año indica que las provincias de A Coruña y Pontevedra siguen siendo las que tienen peores estadísticas. Entre las dos suman seis mil del total de asistencias prestadas. Los datos de la atención sanitaria urgente en carretera confirman además que el mayor número de siniestros se concentran en Galicia en los meses de julio, agosto y septiembre, con 3.200 accidentes de tráfico con víctimas.