A pesar de que no hay datos oficiales, las mutuas alertan de que estos casos alcanzan ya niveles significativos
19 abr 2008 . Actualizado a las 20:25 h.El fenómeno de las bajas médicas repentinas en la Policía Local que ha afectado en los últimos meses a concellos como Nigrán, A Pobra o Noia viene ya de largo. De hecho, comenzó a tomar cuerpo el verano pasado, de forma que ciudades como A Coruña, Lugo o Ferrol han visto reducidas a la mitad sus plantillas. Desde entonces han sido casi 300 agentes los que han solicitado una baja médica en la comunidad, en medio de conflictos laborales entre los propios funcionarios y los concellos.
Ante este panorama, no es de extrañar que las inspecciones para confirmar la veracidad de las enfermedades se sucedan y que, en muchos de los casos, se incurra en fraude. A pesar de que las distintas Administraciones dicen no tener datos recogidos al respecto, las mutuas lo tienen claro: el volumen de casos fraudulentos alcanza ya un nivel significativo. En la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo cuentan para ello con dos indicadores que ponen de manifiesto esta situación. Uno de ellos es que las bajas por enfermedad común que son facilitadas por el médico del sistema sanitario público tienen una duración cinco veces superior a la tramitada por un accidente laboral a través de una mutua. También se da el caso de que el 25% de los trabajadores que están de baja se reincorporan a su puesto al día siguiente de recibir la llamada de control del médico, que entiende que el paciente está en condiciones de ser dado de alta.
Mayor duración
A la hora de perfilar un mapa de las zonas donde se puede localizar un mayor nivel de fraude en las bajas médicas, la patronal de las mutuas apunta a la costa y a cinco autonomías en particular, entre ellas, Galicia. Junto a Andalucía, Asturias, Baleares y Murcia, la gallega se sitúa por encima de la media nacional en cuando al número de días de duración de la baja. En el conjunto del Estado, esta se sitúa entre los 32 y los 43 días, en función de la entidad gestora que cubre la prestación, ya sea la mutua o la Seguridad Social. Las cinco regiones acaparan estos casos, sobre todo porque generan gran actividad turística y son, precisamente estos empleos los que suscitan un mayor número de bajas sospechosas. Por ejemplo, no es inusual, aseguran desde las mutuas, que un profesional que trabaja en las épocas de verano desde mayo a noviembre solicite una baja por enfermedad en los últimos días de octubre para así alargar un tiempo el cobro de prestaciones.
Esta situación provoca que el desembolso económico sea mucho mayor, por lo que piden a la Administración central que ponga en marcha una serie de medidas con el fin de poder controlar eficazmente estas bajas. Entre ellas, figura el que las mutuas puedan realizar las pruebas necesarias al trabajador para determinar su incapacidad en los centros médicos con los que cuentan, sin necesidad de que pase por la sanidad pública y que el control total de las bajas resida únicamente en el médico de cabecera.
Además, desde la patronal anuncian que en los próximos meses llevarán a cabo un minucioso estudio en el que incluirán todos los mecanismos necesarios para controlar el absentismo laboral, y realizarán un análisis económico y una valoración del coste que suponen estos fraudes en las bajas por enfermedad común.