Galicia y Asturias se alían para frenar la reforma catalana de la financiación

Luís Villamor

GALICIA

20 abr 2008 . Actualizado a las 02:08 h.

Galicia y Asturias encabezan desde ayer un frente común para evitar que la reforma de la financiación autonómica radique en las balanzas fiscales, es decir, sobre la diferencia entre los impuestos pagados en una comunidad y los servicios que recibe del Estado, lo que perjudicaría a ambos territorios.

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, se mostraron rotundos al finalizar la novena cumbre galaicoasturiana, y el político gallego indicó que las balanzas fiscales ni tan siquiera deben ser el «criterio orientador» del nuevo modelo.

Touriño y Areces quieren sumar a la entente a otras comunidades como Castilla y León y Extremadura para liderar estas posiciones en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Ambos dirigentes abogaron por que sea el Fondo de Compensación Interterritorial el que cobre mayor relevancia, en adelante, en la medida que los recursos europeos irán en disminución, al ser cada vez menor el número de regiones objetivo 1.

La inversión del Estado ha de ser «suficiente para corregir desequilibrios», puntualizó el presidente de la Xunta. Touriño propuso que la negociación se haga «en el campo de la multilateralidad».

El líder del Ejecutivo gallego se mostró reservado sobre la propuesta del presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla, quien ha defendido la solidaridad solo para las cuestiones básicas como sanidad y educación, pero lanzó una clara advertencia contra la fórmula catalana.

«No creo posible, en ningún caso, que en la España plural, autonómica, del siglo XXI, con Gobiernos de progreso, vayamos a dar un paso atrás en los derechos ciudadanos, independientemente del territorio en el que vivan», manifestó en relación a la propuesta de Montilla.

Galicia y Asturias compartieron diagnóstico. La negociación habrá de responder a criterios de suficiencia financiera. «Necesitamos más recursos para desarrollar nuestras competencias y que se tengan en cuenta los factores de coste, derivados del envejecimiento poblacional, dispersión y orografía», reivindicó Touriño. El sistema tiene que servir para introducir criterios que garanticen la «suficiencia dinámica» de la financiación, la cohesión y el equilibrio territorial. «Por último, más autonomía y corresponsabilidad fiscal», demandó Touriño.