Porteiro confía en que el voto emigrante goce de mayores garantías, porque mantiene que son los gallegos residentes en el exterior quienes lo reclaman para evitar que se pongan en duda sus decisiones políticas.
-¿El voto, o cómo se efectúe, es una preocupación entre la emigración?
-El derecho al voto desde el exterior está tan asumido que cualquier restricción o limitación sería un agravio insoportable para nuestros ciudadanos. Todo lo que sea mejorar la práctica de ese derecho es bienvenido, fundamentalmente porque los emigrantes son los primeros interesados en que su voto no dé lugar a juicios maliciosos apriorísticos o genere sombras de duda.
-Con los medios que existen, ¿será posible llegar a que todos los gallegos voten en urna, vivan donde vivan?
-La implantación del voto en urna requerirá de tiempo, porque todo el sistema que gira en torno al mismo es muy complejo. En Argentina no es obligatorio formar parte de una mesa electoral, con lo cual constituirlas puede ser algo especialmente complejo. La Administración española tendría que contar con instalaciones públicas de los países donde voten nuestros ciudadanos, con aportes de seguridad... que dependen de otros Gobiernos. No es fácil, pero hay voluntad de que se avance en esa dirección, aunque creo que el voto por correo debería seguir coexistiendo con cualquier otra forma de votación para que no haya una disminución de derechos.