El alcalde de Lugo, José López Orozco, anunció ayer la convocatoria de un pleno extraordinario (que se celebrará el próximo lunes) para votar una cuestión de confianza ligada al presupuesto municipal para el 2009, que el PP y el BNG rechazaron el lunes pasado con trece votos en contra frente a doce a favor. «Los que ahora se juntaron para el no, que lo hagan por el sí», dijo el alcalde al explicar que, si en este pleno extraordinario la oposición no le da su confianza, tienen un mes para presentar una moción de censura con un candidato y un presupuesto alternativo. «O gobiernan con nuestro presupuesto o gobiernan con el suyo», zanjó Orozco.
De esta manera, y siempre que la oposición no presente alternativas, el equipo de gobierno socialista (en minoría con 12 ediles) conseguirá sacar adelante su proyecto económico sin negociarlo. Según el artículo 197 bis de la Ley de Régimen Electoral General, si en el pleno del lunes los socialistas consiguen trece apoyos (el voto es nominal, aunque puede haber abstención) su presupuesto se aprobará automáticamente. Si, por el contrario, la cuestión de confianza no se salda con los suficientes votos favorables, se abre el plazo para la moción de censura, de treinta días. Pero si en este tiempo no hay alternativas del PP y del BNG, el presupuesto del PSOE también saldría adelante. Y esto parece que es lo que va a ocurrir, según las primeras reacciones de populares y nacionalistas.
Posibles opciones
El portavoz del BNG, Xosé Anxo Lage, fue el primero en anunciar que el Bloque «non ten ningunha confianza en Orozco nin no seu goberno», pero también afirmó que «o BNG non vai presentar ningunha moción de censura co PP. Está moi clara cal é a política do BNG». El portavoz del PP, Joaquín García Díez, descartó contestar directamente cuál será la votación de su grupo el próximo lunes porque «sin haberme reunido con mis compañeros de grupo ni de partido no puedo decir qué vamos a votar». En cualquier caso, declaró que «casi seguro va a tener [Orozco] presupuesto la semana que viene, pero lo aprobará por la puerta de atrás, en lugar de hacerlo por la vía del diálogo y del consenso, como hizo el año pasado con el PP».
La Ley de Régimen Electoral establece esta posibilidad para «dotar a los ayuntamientos de un instrumento que permita superar las situaciones de rigidez o de bloqueo en el proceso de tomas de decisiones en las materias señaladas, que tienen la máxima trascendencia en el desarrollo del gobierno municipal».
Por ese motivo, la ley permite vincular la cuestión de confianza al presupuesto anual, al reglamento orgánico, a las ordenanzas fiscales o a la aprobación de los planes de urbanismo. Este recurso puede emplearse dos veces en un mandato, y nunca en el último año del mismo, según determina la ley.