El joven Jacobo Buceta resultó ayer gravemente herido tras recibir en su coche el impacto de un trozo de cemento del tamaño de un ladrillo en la autovía A-52, en sentido Vigo. Los dos chicos que lanzaron el objeto desde un paso elevado ya han sido detenidos por el equipo de investigación de la Guardia Civil de Tráfico. Uno de ellos es un menor, de 16 años de edad, vecino de Arbo, y el otro, un joven de 19 años, A.R.F., vecino de A Cañiza, término municipal donde se produjo el suceso.
El siniestro se notificó poco antes de las nueve y cuarto de la mañana, hora en la que la central operativa de Tráfico fue avisada por usuarios de la autovía de que algunas personas estaban arrojando piedras a la altura del kilómetro 271, en dirección a Vigo.
Movilizada una patrulla, se desplazó al lugar y, cuando aún no había llegado, les comunicaron un accidente de tráfico con un herido grave. Cuando llegaron vieron un Mercedes con el parabrisas perforado por un objeto que alcanzó al conductor cerca del cuello. La velocidad del coche y de la piedra provocó que esta saliese por otra ventanilla del automóvil.
A consecuencia del impacto, Jacobo Buceta perdió el control de su vehículo e impactó contra la mediana de la autovía. La mujer que viajaba con él resultó ilesa. Ambos regresaban de Zamora, ya que el hombre tenía que trabajar ayer por la mañana en el estadio de Balaídos.
El herido fue evacuado en una ambulancia de emergencias sanitarias y trasladado al Hospital Xeral de Vigo. Allí le diagnosticaron rotura de clavícula y de varias costillas y le realizaron un tac con el que detectaron un neumotórax. El joven se encuentra consciente y estable y ya fue trasladado a planta. «Si el proyectil le hubiese golpeado cinco centímetros más a la izquierda, en la nuez de la garganta, posiblemente habría fallecido», indicaron fuentes de la investigación.
Tres delitos
Una vez que el 112 recibió una llamada de socorro se activó rápidamente el dispositivo de búsqueda de los presuntos autores de la pedrada. En la investigación también participó la Policía Local de A Cañiza, que realizó una batida por la zona para poder localizar a los dos jóvenes que habían escapado del lugar al ver las consecuencias de su acción.
El destacamento de Tráfico de O Porriño y el grupo de investigación de apoyo al tráfico de Pontevedra movilizó todos sus recursos para averiguar la identidad de los sospechosos. De este modo, gracias a la colaboración de testigos, se pudo identificar rápidamente a los dos jóvenes. Cuando las fuerzas de seguridad llegaron a sus domicilios para interrogarlos, los dos imputados no habían regresado a sus casas después de una noche sin dormir. Finalmente fueron arrestados sobre las dos de la tarde y puestos a disposición del juzgado de guardia de Ponteareas.
La Guardia Civil de Tráfico les acusa de un delito contra la seguridad vial, otro de lesiones y daños y otro de omisión del deber de auxilio.
Todo apunta a que no era la primera vez que los jóvenes cometían este tipo de acciones y la Guardia Civil mantiene abierta la investigación para saber si otros coches recibieron pedradas en el mismo viaducto de la autovía.