Francisco Cal Pardo, natural de Viveiro, presidió Aena entre los años 1998 y 2000. A la hora de valorar la determinación del Ministerio de Fomento de regular las condiciones laborales de los controladores, manifiesta que «José Blanco ha tomado una decisión muy valiente. Está bien pensado, pero el decreto ley no impide que se negocie el convenio colectivo».
Cal Pardo realizó la convocatoria de doscientas plazas que tuvo lugar en el año 2000. «Era bastante amplia, porque había necesidad de incrementar la plantilla», señala. Acerca de las pruebas en sí, recuerda que «había cosas mecánicas y también era necesario manejarse en idiomas. Después llegaban las entrevistas».
Acerca de este último apartado de la convocatoria, a la que los candidatos accedían en caso de superar las dos primeras cribas, Cal Pardo menciona que «los aspirantes eran evaluados por un psicólogo. Creo recordar que teníamos una colaboración con la Universidad Autónoma».
El ex presidente de Aena afirma que «la última prueba era una entrevista de trabajo, realizada por controladores. Era la novedad de aquella convocatoria». Inquirido acerca de si estos tenían directrices de someter a los candidatos a un test psicológico, Cal Pardo dice que no.
Convenio
En su periplo como presidente de Aena, Francisco Cal Pardo negoció el que, hasta ahora, es el último convenio colectivo suscrito por los controladores aéreos. «No había suficientes para atender el tráfico e introdujimos las horas extraordinarias, que eran para quienes se comprometieran a hacerlas. Algunos podían realizar hasta seis días al mes, pero ese tope se elevó posteriormente», afirma.
Cuando las notas del proceso de selección de nuevos controladores del 2000 todavía no habían sido publicadas por Aena, Francisco Cal Pardo presentó su renuncia como presidente a Francisco Álvarez Cascos, entonces ministro de Fomento. La medida fue aceptada y el día 21 de julio, con los resultados todavía sin desvelar, Pedro Argüelles tomó el testigo en el cargo.