El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, destinó el año pasado más de 730.000 euros (995.000 dólares) a viajes y gastos de representación, según informaron varios medios de comunicación en base a un documento interno del bloque.
«El presidente de la Comisión Europea pasa 200 días al año fuera de Bruselas», explicó ayer una portavoz del Ejecutivo comunitario.
Aclaró además que, al contrario que los jefes de Estado y de Gobierno, Barroso no cuenta con un avión propio, por lo que tiene que viajar en vuelos comerciales. El portavoz apuntó también que en el 2009 hubo más cumbres internacionales que en otras ocasiones, como la cumbre del G-20 en la ciudad estadounidense de Pittsburgh.
La segunda funcionaria europea que más dinero recibió en concepto de dietas en el 2009 fue la entonces comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, que percibió 434.000 euros. El tercer puesto sería para la ex comisaria de Comercio y actual jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, cuyos gastos para viajes y representación fueron de 237.000 euros.