Merkel y Sarkozy no convencen a Medvédev para que participe en el escudo antimisiles de la OTAN
INTERNACIONAL
Ha habido una señal positiva: el anuncio del presidente ruso de que asistirá a la cumbre de la OTAN que se celebrará el 19 y 20 de noviembre en Lisboa.
20 oct 2010 . Actualizado a las 02:24 h.Las expectativas ante la cumbre entre Francia, Rusia y Alemania en la localidad normanda de Deauville no podían diferir más. Para Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, el objetivo era conseguir que Rusia se comprometiera en la estrategia de la OTAN. Dmitri Medvédev buscaba un compromiso para eliminar la obligación de un visado para los ciudadanos rusos que quieren viajar a la Unión Europea. Y aunque, durante la cumbre se abordó desde los visados hasta el proyecto de un escudo antimisiles en suelo europeo, no se alcanzó ningún resultados, entre otras cosas porque ninguno de los presentes quería dar la impresión de que en cuestiones relevantes se dejaba de lado a Estados Unidos o a la UE, que recelaron de esta diplomacia triangular.
A pesar de todo, ha habido una señal positiva: el anuncio del presidente ruso de que asistirá a la cumbre de la OTAN que se celebrará el 19 y 20 de noviembre en Lisboa. El año pasado ni siquiera se le invitó después de las tensiones surgidas a raíz del conflicto con Georgia.
El presidente galo y la canciller alemana no consiguieron convencer a Medvédev para que Rusia participe en el escudo antimisiles que la OTAN planea instalar en Europa. El presidente ruso solo apuntó: «Estudiaremos este asunto».
Tampoco se mostraron mucho más receptivos Merkel y Sarkozy respecto a la idea del líder del Kremlin de alcanzar un acuerdo de seguridad entre Europa y Rusia. Ambos prometieron a Medvédev que lo pensarían, aunque en realidad tienen poco interés en hacerle competencia a la OTAN.
Más allá de las cuestiones sobre seguridad, se trata también de la orientación de Rusia hacia Occidente y del interés que tienen París y Berlín en fortalecer sus relaciones comerciales con Moscú. Sin ir más lejos, Francia está realizando en la actualidad notables esfuerzos para conseguir vender dos barcos de guerra tipo Mistral a Rusia.
Durante la rueda de prensa conjunta, los tres protagonistas se mostraron como buenos amigos que se alegran de reencontrarse. Merkel sorprendió una vez más a Sarkozy al no necesitar traducción del ruso.
La canciller aseguró que le gustaría volver a Rusia «o invitar a ambos caballeros». ¿En qué orden? «Quizá las damas primero», apuntó una sonriente Merkel. Aunque sobre eso, dijo, se puede discutir.