El fenómeno de las orquestas en Galicia: «Me hice un tatuaje por un cantante del Combo»

Lucía Blanco / M. O. REDACCIÓN / LA VOZ

AL SOL

Las seguidores, con camiseta negra, con algunos de los integrantes de El Combo Dominicano.
Las seguidores, con camiseta negra, con algunos de los integrantes de El Combo Dominicano. CEDIDA

Las verbenas han creado una legión de seguidores que no se pierden ni una actuación como Nerea Mendes, que hizo cuatro horas de camino de Marín a Lugo en una misma noche

08 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay quien desea la llegada del verano para disfrutar de tardes de sol, piscina y playa. Y hay también quien lo espera con ansias para recorrer la geografía gallega con un único objetivo: no perderse una verbena. Así lo confirma el testimonio de Nerea Mendes. «Llegué a hacer cuatro horas de camino de Marín a Lugo, entre ir y volver, para ver al Combo Dominicano», cuenta. Esta joven de 28 años, que sigue al grupo desde el 2014, mueve cielo y tierra para disfrutar de su orquesta favorita. 

Y cuando Mendes, que ya ha perdido la cuenta de los kilómetros que ha recorrido este año para gozar de una actuación, no puede ir, es su sobrina, Ainara, la encargada de retransmitirle parte del show. Las Comberas de Marín, como se hacen llamar en sus redes sociales y que provoca que otros seguidores las reconozcan, cantan desde el primero hasta el último tema. Sin embargo, esperan con ansias Quién le dio mi número al alcohol y La Cucaracha, que se convierte en el momento «más especial porque nos dejan subir al escenario», sostiene Nerea. Ainara lleva el swing del Combo en las venas y ahora también en la piel. «Me hice un tatuaje por la canción Coraxxx de Carlos Alfredo, porque me encanta cómo canta y por lo que significa la letra». Un detalle que pilló por sopresa al cantante. «Cuando actuaron en Poio, se lo enseñé y no supo reaccionar, no se lo esperaba», recuerda.

Pero el gusto por las orquestas no tiene edad, que se lo digan a Nuria Santos, de 38 años, que comparte afición con su hija adolescente. «Empecé a seguir al Combo con ella y con sus amigas el año pasado, de hecho los llegué a ver unas once veces». Esta cambadesa, que no duda en reservar hotel si la cita le pilla lejos de casa, confirma que la pasión por las orquestas va más allá y se convierte en una tradición consagrada gracias a sus componentes. «A mí Juan Carlos me hizo tirar para delante en uno de los shows, porque estaba pasando por un mal momento, aunque yo lo conocía desde antes de estar en la orquesta».

Cercanía con los seguidores

Nuria tiene predilección por el veterano de la formación, pero destaca la atención de todos ellos con el público. «Son muy buenas personas y siempre se muestran muy cercanos con sus fans, por eso nos enganchamos tanto al grupo». Pero el swing del Combo no es el único que tiene adeptos entre los verbeneros, pues la Cinema goza de una buena legión de incondicionales. Entre ellos se encuentra Uxía Moure de Agolada, que se declara fiel seguidora de la conocida como la orquesta más agresiva de Galicia desde que tenía once años. «Cuando la vi por primera vez, ya me di cuenta de que era especial por su repertorio único y por su entrega con el público», señala.

Las emblemáticas también encuentran fieles entre las nuevas generaciones. Jacobo Muñiz, de 18 años, es incondicional de Los Satélites: «Los sigo prácticamente desde que tengo uso de razón, desde que tenía unos siete años». La cercanía de los integrantes y la música convierten a una de las formaciones con más historia en la referencia para este coruñés, que la vio en más de 40 ocasiones esta temporada. «Se caracterizan por un estilo muy propio que ninguna otra tiene y por una gran delantera de metales que la identifican desde siempre».

Tradición verbenera

Orlando Teijeiro tampoco se pierde una celebración si son Los Satélites o París de Noia quien componen el cartel. El campo de la fiesta se convierte en el hábitat natural de este lucense, natural de Outeiro de Rei, a quien la afición le viene de cuna. «É algo que mamei dende moi novo porque nacín nunha familia moi festeira e xa me levaban ás verbenas de neno». 

Ahora con 24 años, parte de su tiempo libre transcurre en coche, de celebración en celebración. «Sempre que o traballo mo permite vou, pero os venres e os sábados vou si ou si». Comprobar «a forma que hai de desfrutar da festa entre unha provincia e outra» y descubrir nuevos lugares son lo que conquista a Orlando, que suma más de una treintena de verbenas en los últimos meses. «O ano pasado fun a máis de 50, pero o verán aínda acaba de comenzar e quedan moitas por diante», reconoce.