La póxima semana estará también marcada por un eclipse total de Sol para el 21 de agosto, entre otros fenómenos astronómicos de este mes
16 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Las estrellas fugaces de las perseidas, conocidas como lágrimas de San Lorenzo alcanzaron su máximo esplendor en la noche del pasado sábado al domingo. Pero aún se pueden contemplar hasta la próxima semana, marcada también por un eclipse total de Sol para el 21 de agosto, entre otros fenómenos astronómicos de este mes, según señala eltiempo.es.
Como detallan desde el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), dependiente del Instituto Geográfico Nacional (IGN), la lluvia de las perseidas es una lluvia de meteoros (comúnmente llamados estrellas fugaces) que sucede todos los años alrededor del 12 de agosto. Las perseidas también reciben el nombre popular de lágrimas de San Lorenzo por la proximidad del máximo de la lluvia de meteoros al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre.
Las perseidas son visibles desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 kilómetros por segundo y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora. Su momento de máxima actividad tiene lugar en las noches del 11 al 13 de agosto, aunque comienzan habitualmente a verse alrededor del 17 de julio y terminan hacia el 24 de agosto.
Sobre el origen de este fenómeno, la institución detalla que los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor.
Así, cada cometa va formando un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento alrededor del Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de estos fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera, lo que forma una lluvia de meteoros.
De este modo, la fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo, lo que conforma lo que popularmente se denomina como estrellas fugaces. El OAN aclara que no se trata por tanto de una estrella, sino de una partícula de polvo incandescente.
Para ver este fenómeno, se requiere un lugar de observación alejado de la contaminación lumínica, con pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas). Además, aunque las perseidas parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver desde cualquier parte del cielo por lo que los expertos sugieren dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando está presente. Aunque se recomienda la visualización con telescopio, también pueden observarse a simple vista fuera de núcleos urbanos.