Cientos y cientos de coches abarrotaron ayer las carreteras de acceso a Rinlo, donde tuvo lugar la quinta edición de la Festa do Percebe, una celebración ya consolidada como tradición. Este año, y después de que el año pasado se terminaran las raciones, las mariscadoras decidieron recoger más kilos para que nadie se quedara sin probar este marisco. Y acertaron en la elección, puesto que, según aseguraba a media tarde Antonia González, una de las organizadoras del evento, «este ano estamos vendendo moito máis percebe que os outros anos porque veu moita máis xente pero aínda nos quedan percebes para a cena». Además, hubo un grupo musical que se encargó de amenizar la jornada.