El mal tiempo vuelve a paralizar a la flota pesquera en la comarca mariñana y en la occidental asturiana. Mar de fondo del Noroeste con olas de más de siete metros de altura impidieron incluso faenar a los arrastreros de litoral de Burela y Celeiro, con lo cual las lanchas de bajura y los cerqueros ni siquiera se plantearon zarpar. Aunque afortunadamente no se registró ningún percance relevante, los ingresos de armadores y tripulantes se resienten porque, desde noviembre, los temporales ya han obligado a los pesqueros más pequeños a amarrar unos diez días, en su mayor parte no continuos.
Esa es la estimación del patrón mayor de San Cibrao, Vicente Vázquez, para la mayoría de lanchas artesanales con base en los puertos mariñanos. En los del Occidente asturiano calculan que han sido algunos más porque, sin ir más lejos, ahora ya llevan parados desde el jueves de la semana pasada.
Como los pronósticos meteorológicos apuntan a un recrudecimiento del mal tiempo, los pescadores mariñanos y asturianos temen que continuarán forzosamente amarrados al menos hasta pasado mañana, jueves.
Solo los barcos mariñanos de mayor porte, los que faenan en los caladeros comunitarios de Gran Sol o se dedican al pez espada en el Atlántico Sur, continúan en alta mar, capeando el temporal en la mayor parte de casos, explicaron fuentes del sector pesquero consultadas.
Sin incidencias en tierra
Al cierre de esta edición no había trascendido ningún incidente relevante en tierra firme, ni en A Mariña ni en el Occidente asturiano. Al carecer de puertos seguros de refugio, en la comarca astur los pesqueros de Tapia y de Puerto de Vega han ido a guarecerse en los vecinos de Ribadeo y Luarca.
Vientos de más de ochenta kilómetros por hora y mar de fondo con olas de más de ocho metros es el pronóstico para hoy.