
Los descendientes tienen dos años para reclamar, sino revierte al Concello
26 sep 2013 . Actualizado a las 07:03 h.Nichos y sepulturas de desconocidos y de gente que emigró, principalmente a países del otro lado del Atlántico, ocupadas, pero abandonadas, son un problema para el Concello de Viveiro, que está tratando de rastrear a los herederos de los titulares a los que, en su momento, se les otorgó la concesión administrativa. Alrededor de treinta o cuarenta recintos funerarios del cementerio de Altamira están en esta situación, según apuntaron desde las oficinas municipales.
Paralelamente, el concejal con competencias sobre el cementerio de Altamira, Jesús Fernández Cal, y los técnicos, trabajan en la actualización del reglamento que regula la necrópolis, y que dispone que una vez fallecido el titular de la concesión, los herederos disponen de dos años para reclamarla y actualizarla; si no lo hacen en ese plazo, pierden los derechos, y la sepultura revierte al Concello.
En el Concello reconocían ayer la existencia de «muchas solicitudes sin resolver» precisamente porque los herederos no se ponen de acuerdo, o es imposible localizarlos. El problema lo tienen los familiares aquí, porque las sepulturas suelen ser originalmente de abuelos que emigraron. Al mismo tiempo subrayaban las dificultades que entraña localizar al titular inicial, «que a lo mejor hace treinta o cuarenta años que murió». De vez en cuando «aparece algún nieto» interesándose por la sepultura.
El cementerio de Altamira está a tope desde hace años, pendiente de una nueva ampliación. Arrastra unas 200 peticiones, si bien ayer limitaron a 50 el número de solicitudes activas en lista de espera en este momento. La gente se cansa, «ya sabe que no hay nada». Los únicos recintos que quedan libres son cuatro filas de nichos destinadas a enterramientos de emergencia social, en régimen de alquiler, por el tiempo que legalmente establece la normativa sanitaria vigente, cinco años. Después, se notifica a la familia, que debe hacerse cargo de los restos, o sino pasan directamente al osario público.