Leopoldo Calvo Sotelo está enterrado en el cementerio de Ribadeo
30 mar 2014 . Actualizado a las 08:08 h.Adolfo Suárez ha sido el segundo presidente de la democracia fallecido. Hace seis años, el 3 de mayo del 2008, moría en su casa de Madrid el primero, un íntimo amigo: Leopoldo Calvo-Sotelo, madrileño de nacimiento y ribadense de corazón. Tres días después era enterrado en el cementerio de Ribadeo, donde quiso yacer para siempre.
Aquellos días forman ya parte de la historia de Ribadeo, detalles como el protocolo que se alteró para que la comitiva fúnebre pasase por algunos de los lugares que Calvo-Sotelo más quería: la calle que lleva su nombre, su casa y el puerto deportivo, frente a la ría en la que él tantos días navegó. El bote en que lo hacía, El Juanín, preside hoy la rotonda de O Xardín, en la entrada a la villa. Otro detalle para el recuerdo fue la habanera con la que la Coral Polifónica de Ribadeo cerró el funeral. Y, sobre todo, el reconocimiento sincero de centenares de ribadenses y amigos que quisieron estar con sus familiares y agradecerles todo lo que desinteresadamente hizo por Ribadeo, como aquel guiño, cuando el Rey le ofreció ser Marqués y pidió serlo de la Ría de Ribadeo.