Galdo se quedó sin panadería 54 años después de su apertura

M.G.B. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

El fundador, Paco Lestegás, con David, el albañil que hizo el horno.
El fundador, Paco Lestegás, con David, el albañil que hizo el horno.

Su propietario se fue a Northampton (Inglaterra) a trabajar en el oficio

16 ene 2015 . Actualizado a las 11:00 h.

Un pan rico, de pueblo, tradicional elaborado en horno de leña «dos de verdade, como se facía de vello». Así era el pan que desde hace 54 años servía la panadería de Galdo a particulares, pequeñas tiendas y particulares, y que desde el pasado 6 de enero ya es historia. Luis Pérez Arenas, tercera generación al frente de este horno de pan, está ya en la localidad británica de Northampton, buscando la forma de ganarse la vida con el oficio de panadero, tras acreditar los años al frente del establecimiento.

«Non din de baixa a actividade, aunque o peche é definitivo. Teñen que saírme moi mal as cousas en Inglaterra para volver», explicó. El cierre, asegura, está relacionado con la imposibilidad de mantener la panadería funcionando del modo tradicional. «Demasiados costes. Un negocio moi familiar como este, montado como panadería tradicional galega auténtica non se mantén a día de hoxe tal e como está España agora. Se eu puidese facelo coa miña muller e sen contratar persoal, seguía para adiante», dijo.

Luis Pérez era la tercera generación al frente de la panadería ahora cerrada. Detrás estuvo su padre, Avelino, y su abuelo, Andrés Pérez, que fue quién se la compró en el año 1967 al fundador del obrador, el ourolense Francisco Lestegás Galdo.

Remontarse a los orígenes de la panadería nos lleva hasta A Coruña, donde reside el nieto de Lestegás Galdo, Francisco Andrade Lestegás. Es el quién rescata de la memoria el origen del obrador de Galdo. «O abuelo estuvo na cárcel por temas políticos e alí aprendeu o oficio de panadeiro, despois traballaou en Lugo. Viñeron para Viveiro porque unha irmás de miña avoa era modista en Viveiro», recuerda. La tahona abrió en el año 1961 y estuvo en manos de la familia fundadora hasta 1967, «cando o avó enfermou do corazón e era moito tute para meu pai levala, polo que decidiron vendela».

Francisco Andrade, que llegó con su padre a Galdo con año y medio, recuerda olores y sabores de la tahona, «onde só se facía pan, aqueles bolos de pan artesán, de dous kilos que duraba oito días e aguantaba moi ben, e empanadas; en épocas señaladas asaban o lacón e os polos que levaba a xente». Su tío Ramón vendía el pan en Viveiro y Bravos, y «Eladio da Zapatería, o taxista era quen facía o transporte».

La fundó en 1961 Francisco Lestegás Galdo, que aprendió el oficio en la cárcel

Su dueño, Luis Pérez Arenas, dice que «un negocio tradicional non

se mantén»