
Fue propietario de plantaciones y refinerías azucareras, del Teatro América y de otros coliseos situados en La Habana, expropiados desde el año 1959
26 oct 2015 . Actualizado a las 07:59 h.Antonio Rodríguez Vázquez llegó a Cuba en 1879, cuando tenía 17 años. Era hijo de Pedro Rodríguez y de María Vázquez y había nacido en Viveiro el 16 de julio de 1862. A pesar de ser presidente de honor de Vivero y su Comarca y del poderoso y franquista Centro Gallego de la Habana en 1936, su fama y trascendencia en A Mariña quedó eclipsada por otros emigrantes más vinculados y comprometidos con su tierra natal. Su fortuna, una de las mayores de Cuba, fue incautada en parte por el castrismo y hoy es reclamada por sus legítimos herederos.
Rodríguez Vázquez comenzó siendo, como la mayoría de los emigrantes, mozo de almacén. En 1899 fundó su primeira empresa en Caibarien. Se llamaba «Rodríguez Cantera y Cía» y se dedicaba a materiales de construcción. El éxito de su gestión lo llevó a ser nombrado en 1915 presidente de «Central San Agustín S.A.», una especie de central de compras para diversos sectores comerciais que operaban en la isla. El impulso que dio a esta sociedad y la confianza que le brindaron el resto de los inversores posibilitó que pudiera situar al frente de la empresa a su propio hijo, Antonio Helier.
Eso le facilitó dar rienda suelta a su carácter emprendedor y a su capacidad de trabajo, de modo que constituyó nuevas sociedades o se integró en otras. Entre las primeras, figuran la «Inmobiliaria Itálica, S.A.», propietaria de los famosos teatros América, Radio City o el Teatro Mella; la «Compañía de Seguros la Metropolitana», de la que fue alto directivo; y la «Nueva Fábrica de Hielo S.A.» de la que formó parte del Consejo de Administración hasta 1950.
Pero, sin duda, una de las obras por las que el emprendedor viveirense quedó en la historia de la ciudad de La Habana fue por la construcción del emblemático «Edificio Rodríguez Vázquez», situado en la Calzada de Galiano, entre Neptuno y Concordia. De este suntuoso edificio forma parte el espectacular Teatro América que técnicos y opinión pública califican como el mejor coliseo de Cuba y por el que desfilaron y desfilan desde hace muchos años las más afamadas atracciones artísticas y los mejores espectáculos de América.
A pesar de nacionalizarse cubano en 1916, siguió participando en la vida societaria de los emigrantes gallegos. Eso le servía como plataforma de reconocimiento social y como trampolín de sus múltiples negocios. Y al revés: fue catapultado a sus cargos directivos por la comunidad emigrante a causa de su éxito empresarial y social.
Rodríguez Vázquez fue presidente del Centro Gallego de Caibarien en 1909. Presidente de Vivero y su Comarca en 1919 y 1933. Y en 1936 fue elegido presidente del poderoso Centro Gallego de la Habana que, en ese tiempo, vivió tambien intensamente los radicalismos, las tensiones y la fanática intolerancia ideológica que derivó en la Guerra Civil española.
En el Centro Gallego, presidió una directiva que apoyó el golpe de Estado de Franco. De ella, también formaban parte el popular y radical falangista muxián Cayetano García, como tesorero, y el barreirense Narciso M. Rodríguez Lanza, que ya había presidido el Centro Gallego en 1928, como interventor. En ese mismo período (1938-1939), el emigrante viveirense presidió también la Sociedade de Beneficiencia Naturales de Galicia.
* Martín Fernández Vizoso es periodista y escritor.