Una ex empleada municipal podría ir a la cárcel si el jurado popular la ve culpable
09 mar 2016 . Actualizado a las 13:14 h.«En la vida me quedé con dinero de la caja. En la vida me educaron para eso». Así se expresó ayer ante un tribunal popular una ex auxiliar administrativa del Concello de Viveiro, acusada de apropiarse de 12.613 euros del servicio de recaudación, donde trabajó menos de un año. La fiscala considera que los hechos constituyen un delito de malversación impropia y pide para C.L.F.D. cinco años de cárcel y diez de inhabilitación. El jurado podría dar a conocer hoy su veredicto.
La acusada dijo que en junio del 2010 empezó a trabajar porque conocía al anterior alcalde, el fallecido Melchor Roel; le preguntó si tenía un puesto para ella y él le contestó que sí. La pusieron en Recaudación donde cobraba multas «lotería, los sellos del padrón y fotocopias». Anotaba en un talonario y quedaba un resguardo. Otras veces cobró el IBI y otras contribuciones porque le mandó su jefa.
Ayer, en el juicio, declaró que nunca llegó a saber que faltase dinero y tampoco apreció irregularidades porque se limitaba a hacer lo que le mandaban pues le interesaba conseguir el empleo. El dinero que recaudaba, explicó, lo guardaba en una pequeña caja de caudales blanca, de las que se compran en las ferreterías, que entregaba a su jefa antes de que acabara la jornada laboral.
Durante el interrogatorio de su abogado reiteró que Recaudación había más personas que tenían la clave de su ordenador, y de hecho, recordó que ella no disponía de ella. Explicó que al menos dos de sus compañeros podían acceder a la caja fuerte. También contó que su jefa, aún estando de vacaciones, iba todos los días por las dependencias municipales porque, al parecer, se lo había ordenado el alcalde.
Cuando le mandaban cobrar recibos del IBI, decía a los deudores que ingresaran en los bancos o llamaba a su jefa para que le dijera si cobraba en efectivo.
Angina de pecho que no tenía
C.L.F.D., la acusada, contó ayer que el exalcalde le dijo que le haría un contrato indefinido. Sin embargo ocurrió un hecho que no esperaba. Le dieron una baja médica «por una angina de pecho que no tenía». Ante eso, se presentó en el consistorio y le dijo al alcalde que lo que quería era trabajar, «y me respondió que no me reincorporara y que esperara a junio (de 2011), que me haría un contrato indefinido».
La fiscala le preguntó quién le había obligado a coger la baja y ella contestó que la jefa de personal porque «había una consolidación de puestos de trabajo y la gente estaba muy nerviosa». En otro momento, dijo que se había llegado a creer lo de la baja, tanto que llegó a hacerse unas pruebas para saber si realmente tenía una angina de pecho y no era así.
En mayo de 2011 el exalcalde la llamó a su despacho. «Fui ilusionada, creyendo que iba a firmar el contrato indefinido y lo que me planteó fue que faltan 12.000 euros. Casi me desmayo», explicó.
Según declaró, le aconsejaron que se diera de baja «porque te va a salpicar». «No era consciente de lo que había, porque yo lo que quería era el puesto».
La fiscala de Mondoñedo dijo al jurado que todas las piezas del puzle encajaron al juzgado de instrucción y también a la fiscalía. Reconoció que lo instruido a lo largo de cuatro años debía ser visto en una sesión por el jurado.
La fiscala considera que la acusada se quedó con el dinero abonado en la ventanilla de Recaudación, aprovechando la ausencia de la encargada del departamento los días 7, 9, 10 y 13 de diciembre del 2010. Indicó que estaba autorizada para el cobro de los recibos, de hacer caja y de llevar los listados de pagos. En opinión de la acusadora, la auxiliar no ingresó el dinero en las arcas municipales ni fue contabilizado en la relación diaria de ingresos, «tal y como estaba obligada por sus funciones». Además de la pena de prisión reclama que devuelva al Concello de Viveiro el dinero que supuestamente no ingresó, así como los intereses legales desde la fecha de la reclamación extrajudicial.
La fiscala citó, en calidad de perito, a un miembro del Tribunal de Cuentas para que informara al jurado popular de la situación generada en Viveiro.