Durante quince días trabajará en la isla de Chios
24 mar 2016 . Actualizado a las 22:27 h.Ricardo Quelle Soto (Viveiro, 1985) se va a la isla griega de Chios el lunes dispuesto a poner su experiencia en tareas de rescate y salvamento a disposición de los refugiados sirios, colaborando con la oenegé vasca Salvamento Marítimo Humanitario. Con diez años de socorrista en las playas y también en la base de mar de Cruz Roja, el viveirense es consciente de que esta será una experiencia única.
-¿Cómo surgió esta posibilidad?
-Llevo muchos años ligado al salvamento, desde muy joven sabía a lo que quería dedicarme, a los helicópteros de salvamento marítimo. Estudié INEF porque es una carrera relacionada con el deporte, pero también con el salvamento, y ya en la carrera hice el curso de socorrismo. Y desde aquella siempre intentando conseguir una plaza en rescate. Y dentro de ese mundillo conocí a compañeros que ya fueron, me dieron contactos, y gracias a ellos conocí el perfil que buscaban de socorristas-rescatador para ir en las embarcaciones. En los campos de refugiados hay un montón de voluntarios y oenegés que colaboran pero les falta perfil acuático, porque las pateras están llegando continuamente, y si pueden elegir, buscan un perfil que les pueda ayudar más en ese sentido, en el mar. Hace un par de meses contacté con ellos y a los pocos días me dijeron que tenían un relevo, y me dieron a elegir. Es un relevo de seis personas, aunque durante un par de días nos solapamos para que nos explicquen las circunstancias
-¿La preparación física la tienes, pero la emocional?
-La física y los conocimientos en rescate acuático y sanitarios. Estamos acostumbrados a condiciones meteorológicas duras, y sé que esto va a ser una experiencia muy emocional, con familias que huyen de la guerra. Creo que para eso nadie está preparado. Puedes estar muy bien entrenado para condiciones difíciles del mar, pero emocionalmente nunca sabes lo que te vas a encontrar y nunca estás preparado. Mi intención es ayudar. Si mis conocimientos sirven para salvar una vida ya sería suficiente para mi.