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Las máquinas de apuestas deportivas se consolidan en bares y restaurantes

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Desde hace tres años conviven con las tragaperras: «En moitos partidos hai colas para xogar», dicen en O Muro

12 dic 2017 . Actualizado a las 11:05 h.

En junio del 2012 la Xunta aprobaba el decreto que regulaba las apuestas deportivas en Galicia, convirtiéndose entonces en la séptima comunidad española que abría la puerta a que en bares y restaurantes se instalasen un total de 2.000 máquinas y otras 700 en locales dedicados al juego (casinos, bingos, tiendas específicas...). La demanda de licencias se disparó, con varios operadores (Sportium, Reta, Codere, Bwin...) implantando sus redes de apuestas y terminales en centenares de locales. También en A Mariña y el Occidente asturiano. Primero a cuentagotas y en los últimos años de forma generalizada. En Ribadeo, por ejemplo, hay al menos seis establecimientos de hostelería que disponen de estas máquinas para apostar.

Uno de ellos es El Rincón del Gordón, en la Avenida de Galicia, con una de Codere con la que cuentan desde hace un par de años. «Funciona bastante ben, sobre todo co fútbol e co baloncesto da NBA. Hai xente que está vendo os partidos e aposta en directo. É un estímulo máis para ir ao bar. Por exemplo, si estás vendo un Getafe-Granada, que en principio non interesa moito, pois fas unha aposta e xa te enganchas», explican desde el bar-restaurante ribadense, donde ponen todo tipo de partidos, no solo de las ligas españolas, sino de las principales europeas.

Así, las máquinas de apuestas se convierte en un reclamo más para ir al bar. Por eso se instalan, además de las ganancias: «As tragaperras deixan moito máis», aclaran. Y añaden: «Algo lle quitaron ás tragaperras, pero o público non é o mesmo. Nas máquinas de apostas acostuma verse a xente máis nova».

Si bien hay un tope para apostar establecido en 20 euros, hecha la ley hecha la trampa, ya que aunque el máximo son esos 20 euros por apuesta, lo que no está limitado es el número de apuestas que se pueden hacer.

Cierto es que hubo una fiebre por estas máquinas, pero se ha visto atenuada por la irrupción de las apuestas en Internet: «Séguese xogando moi ben; o que pasa é que agora apóstase moito máis polo móbil», explican desde El Rincón del Gordo.

¿Premios? «Un día vin a un cliente que xoga de 20 en 20 euros gañar 300 e pico euros en unha aposta, 600 en outra, e outras máis... en total 2.000 euros nun día. E sei de algún que gañou máis de 2.000 euros, porque nese caso tes que ir a cobrar a Lugo. E foi».

El restaurante O Muro de Viveiro es otro de los establecimientos con máquinas de apuestas. Fue el primer local de Viveiro en contar con ella y ha sido todo un éxito. «Vai de marabilla», explica Víctor Valenzuela, propietario de O Muro. La suya es una de las que más factura de Codere en la provincia. Y es que cuenta con una nutrida legión de jugadores, entre los que destacan los indonesios y dominicanos, estos últimos aficionados a deportes como el béisbol o el baloncesto.

«O certo é que cando mo propuxeron tiña reparos. Pero si sei do marxe que me ía deixar, non o dubidaba nin un segundo. Ademais, non lle quitou á tragaperras. Ao contrario, desde que teño a máquina de apostas, a tragaperras funciona máis», comenta Víctor Valenzuela. Y añade: «Como a máquina ten unha tarxeta para cargar os premios, pois xogan con ela e supón un mecanismo de fidelización do cliente. A máquina é tamén un reclamo para vir ao bar».

La gente apuesta en directo, viendo los partidos, pero también lo hace en las carreras de caballos y de galgos que se pueden ver en una pantalla de la misma máquina. Y hay colas para apostar: «Moitas veces, sobre todo cando hai un partido importante, un Madrid-Barcelona, ou agora no verán cando sexa a Eurocopa».

¿Y premios? «De arredor de mil euros déronse moitos», concluye Víctor Valenzuela.

Restaurante O Muro: «Vai de marabilla». Víctor Valenzuela, propietario de O Muro, reconoce que nunca esperó que las máquinas de apuestas deportivas tuviesen semejante aceptación. foto x. f. ramallal

El Rincón del Gordo. «Máis que pola ganancia que dan, é un reclamo para vir ao local», señalan. Añaden que las máquinas «conviven» con las tragaperras: «Cada unha ten o seu público». foto j. alonso