García Olano, el mindoniense que empleó a 1.400 emigrantes

La Voz

A MARIÑA

ARCHIVO DE MARTÍN GARCÍA

Presidió el Centro Gallego de Buenos Aires, pero este histórico centro debe mucho a Mondoñedo

01 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Centro Gallego de Buenos Aires debe mucho a Mondoñedo. Le adeuda su origen pues nació cuando los emigrantes, enfermos de morriña, organizaron un homenaje a Pascual Veiga en octubre de 1906 con motivo de su muerte tres meses antes. El Orfeón Gallego, el Orfeón Gallego Primitivo y el Orfeón Mindoniense, que estaban enfrentados entre sí, aparcaron sus diferencias y acenturaron sus afinidades y, por una vez, se unieron para un recital en el Teatro Victoria.

Todo cuanto Galicia tenía en Buenos Aires de representativo acudió ese dia a la céntrica sala. Cuando aquel coro de 120 voces fue una sola voz y susurró los inicios de la Alborada de Veiga, un temblor de emoción recorrió el salón. Y aquella noche memorable, los emigrantes se conjuraron para integrar los orfeones y crear un Centro que acogiera a los cientos de miles de gallegos huérfanos de tierra y gente en la Argentina. El Centro se constituyó en mayo de 1907 y dos meses después, el 21 de julio, sus 200 socios eligieron su primera directiva presidida por Roque Ferreiro. En uno y otro acto participó Fernando Lorenzo Rico, un ilustre mindoniense que desde su cargo de Bibliotecario dio al centro la orientación que lo llevó a ser el templo del galleguismo y la mayor y mejor obra colectiva que los gallegos hicieron en el mundo.

Años después, otro mindoniense ejemplar, Francisco García Olano, resultó clave para proyectar un Centro del que se convirtió en 1923 en el primer presidente procedente de la provincia de Lugo. Con él, los socios -que en 1972 llegarían a ser cien mil- pasaron de 9.818 a 16.076 tres años más tarde. García Olano creó en 1924 una Oficina de Trabajo e Inmigración para ayudar a los gallegos. Para eso instó a los comercios a pedir trabajadores al Centro en vez de a agencias de colocación, nombró delegados en Galicia para recomendar emigrantes a la entidad y obtuvo permiso del Gobierno argentino para que funcionarios del Centro Gallego accediesen a los barcos que llegaban para recibir a sus paisanos, ayudarles y buscarles ocupación. La pionera iniciativa le permitió colocar, en sólo dos años, a 1.400 emigrantes.

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Un hijo suyo, economista del comité de expertos de la ONU

La revista Céltiga da cuenta en su número 179, de 25 de junio de 1932, de la obtención de la Medalla de Oro de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Buenos Aires, en el capítulo de Ingeniería Civil, por parte de un hijo del emigrante mindoniense llamado como él, Francisco García Olano, y felicita al padre.

La carrera profesional del hijo fue aún más brillante que la académica. Fue director de la Escuela Superior de Economía de Buenos Aires y discípulo y asistente de Raúl Presbich, economista argentino doctor Honoris Causa por la Complutense de Madrid, secretario general de la Conferencia de la ONU y al final colaborador del gobierno de Alfonsín.

Bajo su tutela, García Olano hijo formó parte en 1954 del Comité de Expertos de la ONU -junto a personalidades como Evaristo Araiza, presidente del Banco de México, Rodrigo Fació, director del Fondo Monetario Internacional, Eduardo Frei, presidente de Chile, o Cleantho de Paiva, director del Banco Nacional de Brasil- para estudiar el comercio y sentar las bases y condiciones del desarrollo económico de América Latina.

El hijo del emigrante mindoniense fundó la Asociación Argentina de Economía Política y formó parte desde 1958 del Consejo de Administración de la Universidad Católica Argentina y del Centro de Ingenieros desde 1962.

Descendiente de un canteiro de Terra de Montes y síndico del Banco de Galicia

Francisco García Olano nació en la calle del Puente en Mondoñedo el 12 de septiembre de 1870 y murió en Buenos Aires el 21 de agosto de 1933. Fue bautizado en la parroquia de Santiago. Era hijo de Venancio García, de Quireza (Cerdedo) y de Guadalupe Olano, de Villalba. Su padre era un canteiro de esa parroquia de Terra de Montes que se casó en Villalba y se avecinó en Mondoñedo por razones laborales.

García Olano emigró a Buenos Aires en 1887 y se estableció como comerciante. Su seriedad, rigor y capacidad de trabajo le hicieron gozar de gran reconocimiento social y de sólida posición económica.

En 1905, cuando un grupo de gallegos funda, con unos depósitos iniciales de 4 millones de pesos y 2.500 cuentas, el Banco de Galicia para prestar servicios financieros, el mindoniense resultó elegido síndico para cuidar los intereses de los accionistas.

En 1910, cuando el banco tenía un capital de 10 millones, un edificio en la calle Cangallo y 6 filiales, se integró en la directiva que presidía Manuel Casal Fojo y tenía a Antonio Porto Vázquez como gerente y a Manuel Naveiro, Valentín Rúa, Tomás Bargiela, Carlos Mendy y él como miembros del directorio.

El banco cotizaba sus acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires desde 1907 y desde 1914 lo hizo en la de Madrid. Y en 1926, al finalizar la presidencia de Olano en el Centro Gallego, el Banco de Galicia _aún hoy el mayor banco comercial privado de Argentina- quedó en manos de la familia gallega Escasany, cuyos descendientes gobiernan hoy la entidad, y de las argentinas Ayerza y Braun Menéndez.

La llegada del Plus Ultra

Olano consiguió el terreno en el que se asienta el panteón del cementerio de la Chacarita. Creó también la Farmacia Social y fue el encargado de recibir y homenajear a Ramón Franco, Ruiz de Alda, Durán y Rada que el 10 de febrero de 1926 llegaron a Buenos Aires a bordo del Plus Ultra en lo que fue el primer vuelo transoceánico.

Durante dos meses, el Centro ensalzó un logro que enfervorizó a la colectividad y dio a los gallegos supremacía frente a otras colectividades.