As San Lucas aspira a que la Unesco las declare patrimonio de la humanidad.
Entre tantas noticias preocupantes, indignantes y agobiantes, se alza desde la capital del mar del norte una petición fruto del respeto y cariño que los gallegos sentimos por Mondoñedo, nuestra provincia, nuestra capital, nuestro lugar de cita obligada cada mediados de octubre para acudir a las ferias más antiguas y hermosas del reino de Galicia.
Este 18-O he madrugado para atender mi participación en la tertulia «Voces de Galicia» desde Radio Voz para toda nuestra Comunidad, desde el Miño hasta el Eo, desde La Estaca de Bares hasta el Caurel que cantó Novoneyra, desde las Cetáreas de Rinlo hasta las viejas bodegas de la Ribeira Sacra. Y la noticia es que San Lucas, discípulo de Pablo de Tarso, nos ha traído la lluvia, para remediar la situación provocada por la sequía y por los incendios. Esta vez las Campanas de la Catedral Basílica, Paula y Ronda, saludarán al reino de la lluvia, y a las caballerizas que agrupadas desde los pastizales se dirijan a las proximidades del Santuario de los Remedios en el ferial de la Alameda, protegido por el Hospital de San Pablo que nos recuerda como el Camino de Compostela pasa por la ciudad donde nacieron: Pascual Veiga, Leiras Pulpeiro, Díaz Xácome, Noriega Varela, Álvaro Cunqueiro.
El fuego al que aludía Cunqueiro
Nada tiene que ver el animal fuego al que se refería Cunqueiro, que desde la lareira, escuchaba satisfecho las historias contadas por nuestros mayores, con esas pausas tan de los gallegos... Este fuego es un monstruo creado por la mano asesina del hombre, ese del que Kant afirmó que era malo por naturaleza, o aquella sentencia de Cicerón «el hombre no tiene enemigo peor que el mismo». Y algo de todo esto debe haber en los que han sido causa de los incendios coincidiendo con previsiones de vientos huracanados con nombre de mujer.
Aún así iremos a Mondoñedo, recorreremos la calle del Obispo Sarmiento, nos detendremos delante de la Fuente Vieja y del inmortal Seminario de Santa Catalina, tomaremos un vino en O Valeco para saludar al puente de Pasatempo y recordar desde su escultura en Os Muiños, a nuestro querido Quique Guerra, que nos dejó sin su presencia física, pero sí a través de sus obras en madera, piedra y hueso de ballena.
Le daré un abrazo a mis amigos Mindonienses: Xosé Vizoso, como siempre autor del cartel para anunciar la buena nueva, Juan Puchades, que preside la orden a la que me honro perteneciendo, Los Caballeros de Pardo de Cela, y desde luego a mi admirado cronista de la ciudad rica en aguas, pan y latín, Antonio Reigosa [cronista oficial de Mondoñedo].
Brindaremos por Galicia, por Britonia, por Mondoñedo. Lo haré con el gran fotógrafo Aventado, Fabián Reino, que plasma como nadie el alma de paisajes y paisanajes.