
Las tripulaciones de barcos celeirenses perfeccionan el eviscerado del pescado
26 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Numerosos pescados frescos, tanto de la pesca extractiva como de la acuicultura, pueden contener parásitos. Aunque la lista es larga, el más conocido de todos ellos es el anisakis. Tan cierto como que al consumidor le produce rechazo ver el pescado con con gusanos es que el riesgo de que afecten al ser humano prácticamente no existe si no se come crudo o poco cocinado Conscientes de esa realidad, y como juntos convierten a A Mariña en el reino de la merluza fresca, armadores de Celeiro y de Burela redoblan esfuerzos en la lucha contra el anisakis.
Más de cuatrocientos tripulantes de barcos de Puerto de Celeiro perfeccionan su formación en el eviscerado de la merluza, procurando que llegue al consumidor sin ese parásito. Es parte de la primera fase de un proyecto impulsado por la Organización de Productores Pesqueros Puerto de Celeiro con Anfaco-Cecopesca. Y en esa línea de trabajo se enmarca la visita de esta mañana a locales de comercializadores de la lonja celeirense, donde tripulaciones de tres palangreros de Gran Sol pueden comprobar «en primera persona las especificaciones que demanda el cada vez más exigente mercado del pescado fresco». Desde Puerto de Celeiro encuadran sus acciones contra el anisakis en su «camino hacia la excelencia medioambiental y de calidad de sus productos».
Tripulantes de palangreros de Gran Sol integrados en Armadores de Burela y en la Organización de Productores Pesqueros de Lugo también tratan de mejorar el eviscerado de la merluza a bordo. De momento sin un programa formativo organizado colectivamente, se esfuerzan con el propósito de eliminar el anisakis de la merluza para que llegue al consumidor en las mejores condiciones posibles.
Cocinarla como siempre
Paralelamente, en una experiencia pionera, dos palangreros de Burela prueban en caladeros europeos dos equipos que inertizan el anisakis en las vísceras de la merluza. Así las tiran al mar con ese parásito muerto, con el objetivo de evitar que se propague más por el medio marino. Puerto de Celeiro también trabaja en la «correcta devolución de los subproductos al mar».
Aparte de las acciones que tanto los armadores de Celeiro como los de Burela tienen en marcha para incrementar las garantías sanitarias y la imagen de su producto estrella, la merluza fresca, desde las organizaciones de productores de esos puertos subrayan que el consumidor puede comer pescado sin temor a los parásitos si lo cocina como tradicionalmente se hace en España. Y recuerdan que deben congelarlo previamente a quienes opten por prepararlo poco cocinado o crudo, en presentaciones como el sushi.
El sector pesquero Burela y Celeiro y, por extensión, todas las empresas que pivotan alrededor de esos dos puertos y lonjas, han declarado la guerra sin cuartel al anisakis porque apuestan por seguir viviendo del mar y por contribuir a la conservación del medio marino. De modo directo, y solo contando las facturaciones por la primera venta, Burela y Celeiro movieron el año pasado más de 134 millones de euros, de los cuales 106 procedían de la merluza. Juntas, las dos lonjas convierten a A Mariña en un gran mercado marinero en el panorama europeo porque comercializan siete de cada diez merluzas frescas que salen de Galicia y facturan el 75 % del dinero que deja ese pescado en la comunidad autónoma.