«Solo puedo comprar carne cuando cobro la paga extra de la pensión»

Lucía Rey
lucía rey BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Una burelense en situación de emergencia expone sus dificultades para sobrevivir al día a día

09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sofía apenas dedica tiempo a planificar qué va a comer al día siguiente. En la despensa de esta burelense que prefiere omitir su identidad real abundan a diario el arroz, la pasta, el atún, las judías verdes en lata, las lentejas y la leche; la fruta y la verdura fresca cada dos semanas, mientras que el pescado y especialmente la carne brillan por su ausencia. «Solo puedo comprar carne cuando cobro la paga extra de la pensión», explica la mujer, que tiene alrededor de cuarenta años y se encuentra en una situación económica muy delicada. Igual que otros muchos mariñanos. «Voy saliendo adelante con lo que me ayudan en Bumei (Burela Mujeres en Igualdad)», relata la mujer, que carece de apoyo familiar.

Cada mes, los recibos del alquiler, la luz, el agua, el gas... suponen zarpazos a la pequeña prestación que cobra del Estado debido a una discapacidad que le hace difícil encontrar un empleo. «Este mes pagué 55 euros de luz y ya se me fue entre el 30 y el 40% de la pensión», indica Sofía, que este invierno se ha acostumbrado a pasar frío aunque las temperaturas estén siendo en la comarca, al nivel del mar, muy duras, bastante más bajas de lo habitual. «Hoy [por ayer] no la he puesto todavía, pero espero ponerla un rato de noche», indicó.

-¿Va al supermercado? «Alguna vez, pero pocas porque no me lo puedo permitir», expone, y comenta que «de vez en cuando» le gustaría permitirse un capricho, y esos «caprichos» no tienen que ver con comprarse ropa, acudir a un restaurante de lujo o hacer un viaje. «Me gustaría comerme una tarta, un pescado, más carne o ir a comer fuera un día», finaliza.

«Mi sueño es cuidar a gente mayor»

Hace tres años que por circunstancias externas a ella la vida de Sofía dio un giro que la condujo a la vida que tiene hoy en día, en la que depende de la solidaridad de entidades como Bumei para cubrir necesidades básicas como comer todos los días o vestirse. Pese a todo, la mujer destaca por su optimismo.

-¿Cómo afronta el futuro?

-Con alegría y positivismo. Estoy haciendo cursos con la asociación porque mi sueño es formarme para cuidar a personas mayores. Es gente que también necesita ayuda y hay poca gente que se preste a hacer este tipo de trabajo. En la vida he tenido que superar piedras mucho más grandes que esta.

Están al lado

Cuando se habla de hambre y de pobreza vienen a la cabeza imágenes de niños desnutridos en el continente africano -ahora también en un país otrora rico como Venezuela-, o de personas desempleadas que subsisten como pueden en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao. Sin embargo, aquí al lado, en Viveiro, Burela, Foz, Ribadeo... también hay necesidad. Está entre nosotros, y entre todos podemos ayudar. No miremos a otro lado.

Setenta familias recogen alimentos cada mes en la despensa de Burela Mujeres en Igualdad

Hace algo más de cinco años que la asociación Bumei (Burela Mujeres en Igualdad) empezó a repartir alimentos para ayudar a los vecinos más desfavorecidos. Según datos facilitados por la directiva de la entidad que preside María del Mar Fraga, cada 15 días reparten fruta fresca que les dona el Banco de Alimentos de Lugo a 116 familias. Además, cuatro veces al año, entregan a 65 familias del municipio comida no perecedera procedente del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), que distribuye alimentos excedentarios de la Unión Europea. A mayores, el colectivo dispone de una despensa de alimentos diaria que se encargan de abastecer las socias de Bumei, cuyo objetivo es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas más desfavorecidas de Burela. «Yo me estoy formando para sacar unos exámenes, y estoy en otro curso de autoestima, motivación e igualdad para tener más ánimo. Gracias a Bumei estoy saliendo adelante», quiso destacar ayer Sofía.