Jesús Louzao, propietario del restaurante Louzao: «Sigo sendo optimista, pero en Galicia deberiamos ir abrindo cousiñas pouco a pouco xa»

A MARIÑA

Optimista por naturaleza y buen conocedor del sector, Jesús Louzao, propietario del restaurante Louzao, de Area (Viveiro), se niega a pensar que la crisis del coronavirus vaya a suponer un golpe mortal a la hostelería. Sí reconoce que desde que se decretó el estado de alarma, su visión ha variado debido, en gran parte, a la falta de certezas y a los globos sonda enviados por las autoridades. «Sigo sendo optimista, pero en Galicia deberiamos ir abrindo cousiñas pouco a pouco xa, sobre todo en zonas coma esta, véxase Area, Covas, Celeiro...», expone el hostelero en relación con la escasa incidencia que ha tenido hasta ahora en la comarca mariñana en particular, y en la provincia de Lugo en general, una epidemia que en otros puntos del país ha provocado decenas de miles de contagios y miles de muertos. «Recoñezo que é un tema difícil de xestionar, pero deberían mirar zona a zona», comenta.
Durante las primeras semanas del estado de alarma, numerosas parejas atrasaron bodas previstas para los meses de marzo, abril, mayo o junio, pero en las últimas fechas, y por a esa inconcreción a la que se refiere Louzao, familias y parejas que tenían previsto celebran citas en el mes de septiembre también han optado por aplazarlas. «A xente está que trina, están asustando moito», dice.

«Coma no século XVIII»
A su juicio, algunos negocios de hostelería podrían empezar a funcionar respetando las medidas restrictivas. En esa línea, el empresario señala que a Viveiro están llegando trabajadores de empresas estos días. «E a xente non pode estar comendo un bocata como no século XVIII», concluye.

