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Guardapescas V-4 Alcatraz, el pesquero de la Armada

josé pino

A MARIÑA

ARCHIVO JOSÉ PINO

Con vinculación con Celeiro muy estrecha, ofreció apoyo al yate Azor

16 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El anterior gobernante de nuestro país durante cuarenta años, el General Francisco Franco, adecuó su período estival a las costas del Cantábrico. Sus vacaciones abarcaban entre su estancia en el Pazo de Meirás en Sada y la ciudad de San Sebastián. El verano de Franco lo marcaba su recorrido por las aguas del norte, dedicado a la pesca, finalizando con la regata de traineras en la bahía de Donosti y la entrega de la Bandera de la Concha. Este periplo coincidía con la costera del bonito, cuando bien entrados julio y agosto los codiciados túnidos recalaban en el Golfo de Vizcaya.

 El yate Azor

Acabada la Guerra Civil, la Armada compra al armador donostiarra Felipe de Cubas Urquijo (Duque de Cubas) el Loly II que lo había adquirido en 1935 en Alemania, donde se botara en Kiel como Margarette y Dorothea. Fuera incautado por el Departamento de Industria de la República para hacer las funciones de enlace marítimo entre Bilbao y Bayona, renombrado Severiano Asarta, después de haber participado en la evacuación de Guipúzcoa hacia Bilbao. A mediados del año 37 pasó a manos de la Marina Auxiliar de Euzkadi, participando en la evacuación de Bilbao hacia Santander y de aquí a Bayona donde estaba al finalizar la guerra y desde donde fuera devuelto a su armador. Es puesto a disposición de Franco en 1947 como yate oficial y nombrado Azor. En agosto de 1948 tuvo lugar a bordo la entrevista con Juan de Borbón sobre el futuro del actual rey emérito Juan Carlos I. En 1949 pasaría a guardapescas V-1 hasta 1982 en que causó baja y fue comprado por armadores holandeses que lo dedicaron de nuevo a yate.

Tras este «Azorín» como era conocido, se bota en junio de 1949 en Astilleros Bazán-Ferrol el nuevo Azor, un yate de acero numerado V-0 de 41.38 metros de eslora y 7.70 metros de manga, desplaza 442 toneladas y equipa dos Sulzer de 400 HP. Se entrega a la Armada el 20 de julio de 1949. En 1960 es aumentado cinco metros y reformado, se le cambian los motores por dos Sulzer de 600 HP y se le equipa con un cañón arponero de 50 mm. para la pesca de cetáceos de la marca noruega Kongsberg. Desde la muerte de Franco en 1975 apenas se utilizó más que para un veraneo del presidente González en 1985. Será dado de baja en la Armada en abril de 1992. Adquirido en subasta para desguace se usó como reclamo turístico por un hostelero de Burgos.

La formación de la tripulación

La tripulación del Alcatraz la formaron asiduamente pescadores de Celeiro y Getaria: Cillerenses que cumplieron servicio militar en este guardapescas: José María Gómez (patrón del Ciudad de Vivero) antes de su paso al Azor y su hermano Jesús Gómez, Ramón Lorenzo (patrón del Acacio Vale), Manuel Pino Montero (patrón del Paxaro Blanco), José Novo (patrón del Playa de Cillero), Benigno Abad, José Luis Pernas, Antonio Basanta (motorista del Ecce Homo), Crisanto Prieto, Manuel Fernández, Amador García (patrón del Ría de Viveiro) coincidieron con los getarianos José Mari (Mater Dolorosa), José Ezenarro (Patxiku), Pastor Azkue (Juan Santana), Claudio Errazkin y Agustín Iribar (María Zulaika), y Jesús Mari de la Hoz (Quintana y Antonio de la Hoz), este guarda una especial historia por cuanto su padre Pedro de la Hoz fue uno de los pocos supervivientes del bou Nabarra en su enfrentamiento con el Canarias en la batalla de Machichaco, era artillero del único cañón que quedó en pie, salvó su vida gracias a la intercesión del comandante de tiro del Canarias, Manuel de Calderón, ante sus superiores, años después avalaría a Pedro para la concesión del crédito de su primero barco, la presencia de su hijo en el Alcatraz se supone un acto disciplinado ante las ideas y vivencias de su padre. Jesús Mari de la Hoz para disgusto de su padre acabaría con el tiempo vendiendo barco y empresa para convertirse en parrillero del afamado restaurante getariano Kaia, su verdadera pasión.

Finalmente, el Alcatraz causó baja en la Armada el 2 de abril de 1982 tras treinta y cinco años de actividad.

Con un estatus particular y en azul celeste

Con el estreno del Azor surge la necesidad de adquirir un pesquero que haga las funciones de apoyo y complemento, y satisfaga las necesidades de cebo vivo para dedicarse a la pesca de bonitos y atún. En un primer momento se piensa en reformar el guardapescas V-1, pero se desecha la idea por su alto coste y la escasez de unidades de vigilancia. El Consejo de Ministros celebrado en febrero de 1950 aprueba la compra de una pequeña bonitera de Motrico de nombre Cristo Calvario, matrícula de Zumaya, y propiedad de Pedro Manuel Egaña carpintero de ribera y armador del barco desde su construcción en verano de 1947.

Una vez adquirido el pesquero, pasa a disposición del astillero del antiguo dueño, donde se procede a diversas reformas encaminadas a su nuevo cometido,

habilitación en rancho de popa únicamente para el comandante pasando al de proa el resto de tripulación, y la colocación de dos viveros de cebo vivo en popa para suministro de carnada al Azor. Se entregó en abril de 1950 a la Armada y se renombra como V-4 Alcatraz, curiosamente es el único guardapescas que mantendrá un estatus particular, aparte de numeración ostenta nombre propio y pinta de azul celeste alejado del gris plomo de la Marina de Guerra.

El Alcatraz respondía a las características de típica bonitera cantábrica de mediados del siglo XX, tenía una eslora de 16.63 metros por 4.71 metros de manga, desplazaba 42 toneladas con un calado de un metro a proa y dos a popa y un puntal de 2.51 metros, y equipaba un Yeregui 100 HP. Construido enteramente en roble del país a excepción del forro del casco de pino gallego de 40 mm. de espesor. Una pequeña unidad para los doce hombres encargados de manejar una red de cerco y encargarse de la captura de cebo vivo.

Su dotación

Su dotación la componían un comandante, un sargento en funciones de patrón del barco y un cabo primero en labores de maquinista naval, y nueve marineros para las labores de guardia compartida. Todos se repartían el rancho de proa con seis catres y hamacas temporales. El comandante del Alcatraz será durante toda su estadía en la Armada Antonio Dorrío Castedo, ferrolano de la Graña, que llegará al cargo de capitán de navío en este puesto, y que mantuvo una estrecha relación con Celeiro por su amistad con el armador y patrón José Pino Sánchez (Manzano), surgida en Zumaya en 1955 cuando se le colocaba un nuevo motor de 150 HP. al Alcatraz y se montaba al mismo tiempo el Madre Andrea en los talleres Yeregui. Llegarían a ser socios en un arrastrero de litoral. El Siempre Paz con base en Celeiro acabaría sus días perteneciendo a la flota asturiana registrado en Gijón tras ser vendido previamente a Algeciras.

En puertos cantábricos su silueta y presencia servía de anuncio de la presencia cercana o entrada en el lugar de recalada del yate Azor y atracaba siempre a puerto. El yate, por el contrario, siempre fondeaba dentro de la bahía. Completaba la comitiva el cañonero Hernán Cortés, fondeado fuera de la ría; presentaba la columna de humo propia de los pocos barcos de vapor que a finales de los 60 se veían en la zona.