Una sociedad en la que unos emigrantes participaban en la gestión y otros ponían el capital
25 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.José Fernández Gómez ?conocido en Foz como Pepe Balboa- y los hermanos Sinesio y Ciro Moa, de Viveiro, comprendieron en Cuba en los años 20 que había que unirse. Pero no por estar juntos, sino para hacer algo juntos. Y lo hicieron. Formaron una sociedad en comandita dedicada al comercio, la banca y la industria. Desde ella gestionaban un hotel, carboneras, casas de préstamos y varios barcos y lanchas que distribuían mercancías por los puertos de Cuba, el largo lagarto verde…
Los Moa son considerados en la península de Zapata, al sur de Matanzas, como los primeros que explotaron el carbón y las riquezas naturales del mayor humedal del Caribe, hoy un imprescindible referente turístico. Eran hijos de Plácido y Valentina y nacieron en Viveiro en 1892 Sinesio y en 1897, su hermano Ciro.
Llegaron a Cuba en 1911 y se dedicaron a producir carbón vegetal. Primeros solos, pero pronto levantaron barracones para alojar a operarios que contrataban para extraer y cortar madera del pantano y elaborar hulla en parvas y hornos. Un trabajo durísimo que incluía el reparto del carbón a compradores y almacenistas de varias ciudades. Para afrontar la expansión del negocio, formaron la Sociedad en Comandita Moas y Carrillo en la que participaron, en distintos niveles y aportaciones, algunos emigrantes gallegos.
Uno de los más significados fue el focense José Fernández Gómez -Pepe Balboa, padre de Antonio Balboa- que, en Cuba, era conocido por el nombre de su hermano
Francisco, que había adoptado para poder emigrar pues estaba en edad militar.
Pepe Balboa no estuvo mucho tiempo en la isla. En 1924 era ya alcalde de Foz. Sin embargo, su participación en Carrillo y Moas se extendió varios años, aún residiendo en A Mariña, como demuestran los documentos que conserva su familia: contratos mercantiles, balances de resultados, asientos contables, poderes, facturas, etcétera.
Los negocios que gestionaba la sociedad eran de tipo comercial e industrial, como el Hotel Dos Hermanos; una fábrica de aguas del mismo nombre y los refrescos La Playera y Malekon Brew autorizados el 25 de agosto de 1920 por la Secretaría de Agricultura; la fábrica de hielo La Nacional; los cortes de leña y hornos de carbón Cocodrilo, Rivero, Campanario, Punta Gorda, Corte Yimitente y Sierra Calabaza; y una flotilla que repartía mercancías: las lanchas La Oliva y Majama, el vapor Joaquín Valdez y las goletas Gallito, Matilde, Catalina, Dos Isabeles, Sirena y Arca de Noé.
La firma, radicada en Surgidero de Batabanó, también actuaba como banco. La Commercial Travelers’ Guide to Latin America, de Ernst B. Filsinger, editada en 1922 por el Departamento de Comercio de EE.UU., dice que ese año operaban tres bancos en Batabanó: Carrillo y Moas; el Customhouse bróker (corredor de aduanas) Blas García; y José Fernández y hermano...
Una sociedad en la que unos emigrantes participaban en la gestión y otros ponían el capital
En la sociedad en comandita Moas y Carrillo coexistían socios colectivos ?como los Moa o Pepe Balboa, que respondían ilimitadamente de las deudas sociales y participaban en la gestión de la sociedad- con otros llamados socios comanditarios, que no participaban en el gobierno y cuya responsabilidad se limitaba al capital comprometido con la entidad. La mayoría de unos y otros eran emigrantes gallegos.
Otro mariñano accionista era Jesús Rivera Cociña, nacido en Galdo (Viveiro) en 1899, hijo de Antonia Cociña Castiñeira e Inocencio Rivera Blanco. Era el capataz de los negocios de carbón y el hombre de confianza de los Moa. Se casó en Cuba en 1944 con
Rosa Mª Josefa de la Candelaria Pérez, fue militante del Partido Liberal y miembro de la Logia Masónica de Batabanó y financió la construcción de una escuela en Alacranes donde murió en 1984, a los 85 años.
60 paisanos contratados
Entre los más de 60 emigrantes gallegos contratados para los negocios de Moas y Carrillo destacan el viveirense José Polo Vizoso, nacido en 1870 en San Pedro (Viveiro), hijo de Antonio Polo, de San Pedro, y de Ramona Vizoso, de Valcarría; y otros como
Germán Gómez, de Lugo; Marcelino Vigo, que murió por una picadura en el Corte Rivera cuando cortaba árboles en el pantano; Andrés Navieiro Dono; Apolinar Insua, de Abadín; Nicasio Pedreira, José Rouco, José Bouza López, Manuel Ferreiro, José
Hermida, José Naveiro y otros. En los años 40, la sociedad abandonó el negocio del carbón ?al desarrollarse otras formas de energía como el gas o la electricidad- y se centró, sobre todo, en hostelería y comercio.
martinfvizoso@gmail.com
El Hotel Dos Hermanos, en Batabanó, construido con maderas nobles, y sus famosas paellas y huéspedes
El Hotel Dos Hermanos era uno de los dos que había en Batabanó a principios del pasado siglo. Fue construido en 1889 por dos hermanos asturianos, José Mª y Joaquín Valdés y tenía la particularidad de que estaba construido en maderas nobles, abundantes en la zona, con una estructura similar a los salones del Oeste americano. El piso superior se destinaba a hospedaje y el bajo, a café y restaurante que los Valdés especializaron en paella española. El plato tenía tal fama que desde La Habana, Guines, Matanzas o Cienfuegos llegaban viajeros a conocer la región y degustar el manjar.
En torno a 1920, la sociedad de los Moa, Pepe Balboa y otros compró el hostal y lo renovó aprovechando el auge del turismo y la presencia de una amplia colonia americana en Isla de los Pinos (hoy de la Juventud). Remodelaron y ampliaron instalaciones, utilizaron más de 50 variedades de madera en techos y paredes, dieron dos pisos más al edificio y construyeron una fachada de inspiración colonial. En la última planta, instalaron un “Roof Garden”, un jardín en el techo que, entonces, fue considerado una joya de la ebanistería cubana. Otro de sus grandes atractivos era un taburete, labrado en un gran tronco de roble, que pesaba 7 arrobas.
El Dos Hermanos era el único hotel de madera de Cuba, uno de los más antiguos y un reclamo de Batabanó. Los nuevos propietarios continuaron la tradición y convirtieron a la paella en un plato típico del lugar. Acudieron a degustarla celebridades como José Martí, Errol Flyn, los presidentes Prío Socarrás, Machado y Grau Sanmartín, Benny Moré, Pérez Prado, el Trio Matamoros y otros.
Demolición
Tras 1959, el hotel fue incautado ?como tantas otras cosas- por el régimen de Fidel Castro. Siguió operando, pero cada vez con menos profesionalidad y más dejadez. La estructura se deterioró, desaparecieron muebles, maderas y cerámicas y en 1989 sufrió un hundimiento parcial. Las autoridades consideraron que era muy costosa su rehabilitación y lo abandonaron. Su demolición tuvo lugar en 2006…