José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha presentado una propuesta a los agentes sociales para establecer una nueva cuota de autónomos que entrará en vigor a partir de 2023. El cambio más sustancial es que ya no será el autónomo el que decida su base de cotización, sino que dependerá del volumen de ingresos de su negocio, al igual que ocurre con la Renta.
Son más de 3 millones de autónomos los que están inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en España. Según estimaciones del Gobierno, dos tercios de los mismos pagarán menos cantidad con la nueva cuota RETA que la que pagan actualmente, pero desde las distintas asociaciones de autónomos dicen que en realidad serán la mitad de los autónomos los que verán incrementada su cuota.
Se propone por parte del Gobierno un escalado de cotizaciones durante 9 años para que los cambios sean paulatinos. Una vez concluido el período de transición habrá una cuota mensual mínima de 184 euros para aquellos autónomos que estén por debajo de 600 euros mensuales de ingresos y llegará hasta los 1.267 euros para aquellos que tengan unos ingresos superiores a 4.050 euros al mes, con 13 tramos intermedios de cotización. Como los ingresos de los autónomos son variables en muchos casos, desde el Gobierno se propone realizar distintas modificaciones de la cuota a lo largo del año con una regularización final, como también ocurre actualmente con la declaración de la Renta.
Al margen de estos tramos, el Gobierno propone mantener una tarifa plana de 70 euros al mes para los dos primeros años de los autónomos que comiencen su actividad en este régimen.
Continúa así la senda de reformas iniciada por el Gobierno, que comenzó con la reforma laboral, siguió con la reforma de las pensiones y ahora propone la reforma del régimen de cotización de trabajadores autónomos. Esperemos que haya consenso y las medidas que se adopten sean para apuntalar el crecimiento económico y la justicia social a lo largo de muchos años. Sería interesante que, ante las dificultades de los años venideros para salir de la crisis postpandémica (si es que hemos salido ya de la pandemia), la crisis de deuda y la crisis de inflación, en este país se mantuviera un rumbo firme sin desgastarnos dando bandazos a uno y otro lado del espectro político según sea un partido u otro el que ostente el poder ejecutivo en cada momento. Ya lo he dicho en más de una ocasión, debemos dejar de lado la visión cainita, polarizada y hooliganesca de la política para ser pragmáticos y llegar a consensos de amplia mayoría que nos permitan planificar y procurar, con el tiempo necesario, una educación, justicia, sanidad y economía lo más fuertes posible para contribuir a la tan ansiada sociedad del bienestar. Todos los esfuerzos deberían estar encaminados a remar en la misma dirección porque, en las aguas turbulentas en las que nos moveremos en los próximos años, no podremos permitirnos ir en una nave zozobrando ni tampoco a la deriva. Hay muchas naves con rumbo firme y un mar lleno de tiburones que nos acechan, así que ¡todos a remar!
David Gómez Rosa (VIVEIRO ASESORES)