Alberto Coto, 7 veces campeón del mundo en cálculo mental: «No juego a la lotería, pero siempre me preguntan qué número va a tocar»

A  Alberto Coto, asturiano heptacampeón mundial de cálculo mental, es habitual que en estas fechas del año le llamen medios de comunicación para ahondar en la dinámica de la Lotería Nacional, en particular ante la proximidad del Sorteo Extraordinario de Navidad, este jueves 22. Como es lógico desde su perspectiva de las cosas y desde su especialización matemática, nos pone los pies en la tierra y nos recuerda que la probabilidad de que toque el décimo que compramos en el bar de abajo o en la administración de la localidad donde veraneamos, siempre con el lema «por si acaso», es de 1 entre 99.999. Todos son candidatos. Sin embargo, es curioso que en el último programa de Iker Jiménez Cuarto Milenio _en el que Coto participó, en años anteriores_, un analista big data aportó algunas curiosidades como que en la historia de dicho sorteo números entre 00.000 y 20.000 premiados con el Gordo fueron el 50,2%, pero también tiene su explicación porque la cantidad de bolas que hoy van al bombo se han ido incrementando con el paso del tiempo. Y un 69,8% eran números de cinco cifras, señalaron. Aunque un baño de realidad es necesario. Ya lo decía Pitágoras: «Los números gobiernan las cosas». Pero también tienen su punto mágico, al que no hay que renunciar necesariamente.

_Como siempre, triunfan en ventas números asociados a fechas concretas. Este año, en particular, las del inicio de la invasión de Ucrania y la de la muerte de la Reina Isabel II, el 24.222 y el 08.922. Sumando otras como nacimientos, bodas o donde hubo alguna especie de desgracia...

_Las curiosidades numéricas, primero, son muy bonitas. Me encanta pero hay que darle el toque de realidad. Por cierto, en Cuarto Milenio estuve hace años con Iker y Carmen; en un programa buenísimo, aunque tiene de todo en cuanto a contenidos.

_Hay algún fundamento a la hora de creer que pueda tocar más un número que otro o una terminación más que otra. Parece ser que las que más han salido, según dijeron en el programa, son el 0, 3, 4 y 5, esta última la más frecuente.

_Si buscas curiosidades, encuentras muchas. Eso seguro. Y es divertido. Desde mi ámbito la explicación es que si no hubiese casualidades esa sería la gran casualidad. Tiene que haberlas. Luego, otra cosa es que el ser humano busque en ellas. ¿Que se quiera más un número que otro? Ahí ya hablamos de la parte emocional porque somos humanos. Ahora, ¿tiene un sentido racional cartesiano? No [ríe]. Es puramente emocional. Perfecto que me guste más el 7, por ejemplo, pero no tiene ninguna base matemática. Por tanto, hay una probabilidad entre cien miel de que te toque el Gordo, o que salga cualquier número. Y una entre diez a que salga una terminación determinada. No hay más. Aunque digas que el 7 salió más veces que el 3... Bueno, lógico, alguna va a salir más veces que otra, pero ¿significa que por ese motivo tenga que salir en la siguiente vez el 3 porque 'le toca' o el 7 porque está dotado de una 'varita mágica'? No. Es lo que se llama en matemáticas «suceso independiente» y no tiene que ver lo que va a pasar hoy o mañana con lo que ha pasado anteriormente.

«Es lo que se llama en matemáticas «suceso independiente» y no tiene que ver lo que va a pasar hoy o mañana con lo que ha pasado anteriormente»

_Entonces, según esa reflexión, realmente no hay números ni «guapos» ni «feos».

_No, o son todos guapos o son todos feos, depende de cómo lo mires. Pero no según yo solamente, según la racionalidad y la matemática.

_Por curiosidad, ¿juega algo?

_Podría jugar porque aquí hablamos de una parte racional y una parte emocional, que tenemos todos aunque en mi caso concreto para este tipo de cosas quizás la tengo algo anulada [sonríe]. Pero, ¿sabes porqué no juego? Porque tengo alma de jugador. Me encanta jugar pero cuando yo decido; me explico, juego a las cartas y puedo decidir si esta carta me conviene o no. Sin embargo, cuando compras un boleto de la lotería, ¿qué decides? Nada. Insisto, ese es el lado humano.

_Sabiendo ese talento particularmente desarrollado, ¿algún vecino o conocido ha aprovechado para pedirle que calcule qué número puede ser ganador?

_A todas horas. Tuve una conferencia en un instituto de Llanes hace poco. No me preguntaron por la lotería, pero sí me preguntaron quién iba a ganar la final del Mundial. Como si fueras adivino.

_Claro, son temas distintos.

_Medio en broma les digo cuando me preguntan por la lotería: 'Sí, claro, te lo puedo decir una vez que salga'.

_Entonces, ¿tiene algún décimo?

_Nada, ni regalado ni nada. Y me han ofrecido.

_Hay quien piensa que si le ofrecen y toca precisamente ese...

_Sí, también hay que tener en cuenta el miedo de 'voy a comprarlo, a ver si va a tocar y luego no lo compro, pero le toca a todo el mundo menos a mí'.

_Luego viene otra parte que es una vez que toca, cómo lo inviertes o cómo manejas tanto dinero de golpe si hablamos del Gordo, por ejemplo. Es una responsabilidad.

_Ahí entramos en el ámbito de la psicología también. Puedes ganar mucho dinero, pero es distinto si vas experimentando el éxito paso a paso, cuando te vas forjando, creando esa riqueza, aprendiendo, pero si te viene de golpe, probablemente no estés ni preparado psicológicamente ni a lo mejor sepas qué hacer con ello o no tienes una buena interpretación de lo que hay que hacer y pasa que mucha gente lo dilapida rápido. Siempre he reflexionado sobre un tema: ¿me gustaría que me tocara la lotería? Obviamente sí, pero no me sabría igual que lo que yo pueda ganar con mi esfuerzo, no te creas que me haría una ilusión exacerbada de que tocara la lotería. Puede parecer muy raro pero soy muy estoico en cuanto a mi pensamiento. Prefiero ir valorando con el esfuerzo lo que puedes ir consiguiendo.

«No me sabría igual que lo que yo pueda ganar con mi esfuerzo, no te creas que me haría una ilusión exacerbada de que tocara la lotería»

_Es una buena reflexión, sobre todo para la gente más joven que llega a idolatrar youtubers o influencers por ganar dinero de forma rápida y fácil. Y ya, ligado al tema de apuestas. ¿Continúa con su campaña de concienciación sobre la ludopatía en jóvenes?

_Sí. En general, los rapaces son de inmediatez y rapidez. Es un problema serio y hay una dinámica que cuento siempre en las charlas: cuando ganas lo cuentan pero cuando pierden no te lo cuentan. Eso te genera una sensación de que hay mucha gente que gana con las apuestas deportivas. La realidad va a ser que aunque tengas números negativos, la sensación hacia fuera es la de un ganador.

_Una cosa es un sorteo puntual como el de Navidad y otra cosa la apuesta diaria y las adicciones que esta última pueda generar en la población.

_Cierto. ¡Si la Lotería de Navidad es bonita! No quiero que se cambie esa dinámica entre la gente. Es un tema muy social y no me disgusta para nada, pese a mi parte matemática. Genera buen rollo. Ves el día después o el día del sorteo y la gente brindando con champán... Tenemos que analizar que somos unos 47 millones en España, a alguien le va a tocar seguro.

_Uno de los anuncios de la Lotería Navidad de este año se rodó en San Cibrao. ymuchos querían un décimo de la localidad cervense. La publicidad también a veces destaca un espíritu solidario al compartir un número o que pueda tocarle a quien más lo necesita.

_Me parece bien, si no seríamos robots y máquinas. Esa parte está muy bien. Mi mensaje principal a los chavales con respecto a la ludopatía es que hagan lo que quieran, que sean libres si les gusta el tema de las apuestas pero que si hacen algo sea con conocimiento, saber de qué va la película desde el punto de vista racional y decidir. El otro día me comentó una amiga colombiana que estaba en el tema de las criptomonedas y que había invertido. Y me preguntó, porque tenía alguna duda. Yo como soy muy socrático, le respondí con una pregunta: '¿Sabes algo de criptomonedas?' Me dijo que no. Invirtió porque se lo habían contado. No es es lo que yo busco en las campañas, sino que digo 'documéntate, ten conocimiento y luego decides'.

_Que no nos pille la ignorancia, al menos.

_Sí. A mí me llegan emails con el tema de las criptomonedas continuamente, de timos bien calibrados desde el punto de vista numérico y que te van a acertar varias veces seguidas. Hay que tener mucho cuidado con eso y estar preparado para que no te engañen.

_¿Se nos ha quedado alguna cosa en el tintero?

_No me has hecho la pregunta de por qué toca tanto en Doña Manolita, que es típica.

_Supongo, por lógica, que donde más vendes más probabilidades... Si toca una vez en una administración, a la siguiente vez bastantes personas van a comprar allí pensando que volverá a tocar, y así crecería exponencialmente.

_Literal. Pero la pregunta está ahí siempre.

Doctor Honoris Causa en México y calle propia en Langreo

Coto, por cierto, acaba de ser nombrado Doctor Honoris Causa en la Universidad de Cuautitlán Izcalli en México, una distinción que le emociona «porque México es un país al que tengo mucho cariño, ya que llevo muchos años yendo y la gente siempre me ha demostrado mucho afecto. Este premio es como un colofón para mí, muy bonito». Su currículo de calculista no para de crecer: «Siempre voy a por todas». A lo que hay que sumar ostentar Récord Guinness y contar con una calle propia en su Langreo natal, justo donde nació y donde vive: «Son cosas que no dependen tanto de uno pero que se valoran». «Ya te puedes imaginar, me llamo Alberto Coto García y vivo en la calle Alberto Coto García», añade. Es una «comedia continua», reconoce, sobre todo cuando tiene que recibir algún paquete o carta.

De momento, no prevé retomar los campeonatos de cálculo mental, señala: «Estoy en otra dinámica ahora mismo. El tema de competir está muy bien cuando tienes unos pocos años menos, pero luego el cuerpo y la mente te pide otra cosa. Ahora estoy ya más en otro plano». Cita su implicación activa en la campaña de ludopatía anteriormente mencionada o en la creación de una plataforma online «donde entrenan los niños», organizando también el campeonato nacional mexicano... Además, recuerda que en alguna otra ocasión dio charlas en Ribadeo y Vegadeo, así como en otras partes tanto de Galicia como de Asturias. «Además _subraya finalmente_ mi abuelo materno era de Ferrol».

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