Sobre todo, si vas varias veces, ¿se paga por cada una de las veces? ¿Una sola vez? Las bodas a lo Tamara Falcó, de varios días, o de varias ocasiones entre intervalos, están poniéndose de moda. He sido invitado dos veces, a dos eventos distintos, en un mismo enlace. El primero es la boda por la iglesia. Luego hay una fiesta para amigos/as, jóvenes, sin madres, padres ni abuelos. El tercer evento es una simulación de ceremonia, una performance en un restaurante con finca y jardín. Las bodas ahora, me dicen, tienden a ser así. Evolucionan, como todo.
Hacía muchos años que no acudía a una boda; de hecho, evito ir siempre que puedo. Son tan peñazo ahora como lo eran antes, ahora por triplicado. Entre el primer plato y el postre siguen pasando dos horas o más, aunque los invitados sean menos y agradables. Me temo que de seguir así van a durar más las ceremonias y eventos que el propio matrimonio. Puede que no se llegue ya al tercer evento; es una exageración, pero puede que tampoco tanto.
Hay quienes se gastan parte del presupuesto en fuegos de artificio. Vivo en la plaza del Ayuntamiento y a veces hay más tiempo de fuegos artificiales en alguna boda que en las fiestas del pueblo. De hecho, nos confunden; sobre todo a la abuela, que se sabe los santos y las festividades de memoria en cada parroquia, pero ahora empieza a fallarle la memoria. Parece que todo tienda a la exageración. A la comedia. Un coche de caballos a la puerta del ayuntamiento, en la plaza grande cuando no una moto de gran cilindarada y la novia detrás en traje blanco. En una de ellas había una invitación para lanzarse en parapente; tenías que confirmarlo previamente. Y luego te dan el número de cuenta para el regalo. ¿Cuánto se paga? ¿Una vez, dos o tres y los fuegos?