![Sol (José) Ladra Pérez, en su casa de Montevideo.](https://img.lavdg.com/sc/vLLUMESRq9DMnsXsDffNhTFYk2g=/480x/2023/07/29/00121690631762700312275/Foto/X29L3004.jpg)
Otro capítulo de Memoria de Mariñáns, por Martín Fernández Vizoso
30 jul 2023 . Actualizado a las 11:29 h.«Si me quieres escribir/ ya sabes mi paradero:/ Tercera Brigada Mixta/ primera línea de fuego». La mítica canción de la guerra de España fue coreada con emoción el 9 de noviembre de 2009 en la Plaza de la 2ª República Española en Montevideo. Ese día se desveló una lápida con los 54 nombres de uruguayos que pelearon o murieron en defensa de la legalidad republicana. Uno de ellos era Sol Ladra Pérez —rebautizado José por el franquismo—, uno de los cuatro hijos anarquistas de un carpintero de Viveiro, José Ladra Insua, y de su mujer, la cántabra Mercedes Pérez Calderón, emigrantes entonces en el país de los orientales.
![Parque Segunda República Española, pueblo de Santiago Vázquez, en Montevideo.](https://img.lavdg.com/sc/ax79W_iesN_Q5E8m7vkMZykmJ6Q=/480x/2023/07/29/00121690631763279458309/Foto/X29L3003.jpg)
La solidaridad que surgió en Uruguay con la República Española no sólo fue el modo que tuvo la sociedad de canalizar su descontento y oposición a la dictadura de Gabriel Terra, de 1933 a 1938, sino que fue debida, sobre todo, a la enorme colonia española radicada en el país. Ese fue el caso de José Ladra Insua, de Viveiro, que se casó en 1912 con Mercedes Pérez Calderón, de Alfoz de Lloredo, municipio cántabro limítrofe con Santillana del Mar. Poco tiempo después, ella marchó a Montevideo y al año siguiente lo hizo él para trabajar en una fábrica de muebles artesanales.
Según explicó Antonio Ladra —hijo de Sol y uno de los más respetados periodistas uruguayos de la actualidad— a La Columna Uruguaya, un proyecto de investigación del Ministerio de Cultura sobre los voluntarios en la Guerra de España, su abuelo José, de 29 años, y su abuela Mercedes, de 27, vivieron el principio en una pensión y luego en un piso de la calle Julio Herrera y Obes donde nació su primer hijo el 10 de mayo de 1914. Decidieron ponerle Sol, un nombre poco común en los ambientes aldeanos en que el matrimonio se movía en España y, sin embargo, con resonancias libertarias tal vez adquiridas en Viveiro —en los puertos y cofradías, como estudió Dionisio Pereira, fue donde más proliferaron los grupos anarquistas— o en el propio Uruguay donde los sindicatos de ese signo tenían gran predicamento.
Regreso a Cantabria
Al matrimonio no le fue bien y decidió regresar a España en 1918. Pero, en vez de volver a Viveiro, se asentaron en Toñanes (Alfoz de Lloredo) donde fueron arrendatarios de tierras y él se ocupaba como carpintero. Allí nacieron tres hijos más: Antonio, Eugenio y Mercedes. Ninguno de ellos fue escolarizado y sus padres los educaron en los principios y valores de su ideología. Cuando Sol tenía 22 años, estalló la Guerra Civil. Él y su hermano Antonio eran asiduos a los mítines de Durruti y se alistaron en una milicia anarquista del Ejército Republicano.
Lucharon en varios puntos del sur de Cantabria, hasta que cayó Santander en los primeros días de septiembre de 1937, y luego en Asturias hasta que la toma de Oviedo y Gijón, al mes siguiente, supuso el fin del Frente Norte. Sol y su hermano Antonio fueron apresados y encarcelados en el penal de Santoña.
![Manifestación mujeres y niños Avenida 18 de julio de Montevideo en apoyo a la República.](https://img.lavdg.com/sc/MpF17ni1a53wVd3xe6rczGsA5no=/480x/2023/07/29/00121690631762974339862/Foto/X29L3002.jpg)
En la cárcel le cambiaron el nombre y se contagió de tuberculosis
Sol ingresó en prisión el 31 de octubre de 1937 y fue juzgado y condenado el 1 de marzo de 1943 a 20 años de cárcel por un delito de Rebelión. Un informe de la cárcel de Santander señala que permaneció allí 5 años, 4 meses y 13 días, período en el que «contrajo tuberculosis pulmonar». Fue operado en el penal y excarcelado por esa causa en 1943. El hospital Marqués de Valdecilla certificó que estuvo ingresado en la clínica del 7 de julio de 1944 al 27 de mayo de 1946. Al salir, vivió en Santoña pero debía presentarse ante la Guardia Civil cada siete días. Entonces, decidió huir a Francia y llegar a Marsella donde el consulado uruguayo le consiguió un pasaporte con el que fue repatriado. Arribó a Montevideo en 1950 a bordo del vapor Florida. En la cárcel, las autoridades le cambiaran el nombre al no reconocer el de Sol por sus reminiscencias ácratas. Pasó a llamarse José. Y el cambio le supuso graves inconvenientes cuando reclamó sus derechos en la Transición y el Consulado de España tuvo que certificar que Sol y José eran la misma persona.
![Placa republicanos españoles gratitud al Uruguay.](https://img.lavdg.com/sc/VKUWcv40d8rdIu_gOe2HFayrs3E=/480x/2023/07/29/00121690631762400485154/Foto/X29L3005.jpg)
En Montevideo, el Centro Republicano lo ingresó en un sanatorio y en 1951 se casó con Pilar Carlos, hija de emigrantes canarios. Consiguió trabajo en IPUSA —la papelera uruguaya propiedad de Jesús Canabal, de O Pino— y mantuvo contactos con gallegos y exiliados republicanos. Militó en el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO) y fue su hijo Antonio el que, tras morir Franco, le solicitó una pensión de mutilado de guerra pues él nunca quiso entrar en la embajada española.
En los años 80 tuvo problemas de cataratas y otros, agravados por la falta de un pulmón. En 1984 —cinco años antes de su muerte— falleció en prisión el tupamaro Adolfo Wasem. Su cortejo fúnebre se convirtió en una gran manifestación que repetía consignas y agitaba banderas del movimiento revolucionario por las calles. Cuando pasó por la avenida Batlle y Ordóñez, donde vivía con su mujer, Sol (José) —deteriorado mentalmente y con poca visión— confundió las enseñas tupamaras con las banderas rojinegras anarquistas y gritó: «¡Hemos triunfado!, ¡Al final hemos triunfado!».
![Antonio Ladra, el hijo de Sol Ladra, con gafas y corbata, con José Mújica y tres actores uruguayos.](https://img.lavdg.com/sc/LZDicm3GRiHK9glsbi7GIpUHiBY=/480x/2023/07/29/00121690631763545795220/Foto/X29L3001.jpg)
Antonio fue fusilado, Eugenio encarcelado y Mercedes vivió en Viveiro tras la guerra
Antonio y Eugenio —los dos hijos que el viveirense José Ladra Insua tuvo en España y hermanos de Sol, nacido en Montevideo— tambien militaron en las filas anarquistas y defendieron la República frente al golpe militar de Franco. Al acabar la guerra, Antonio fue fusilado en Santander y Eugenio sometido a un Consejo de Guerra que dictaminó su encarcelamiento en Talavera de la Reina (Toledo) primero y El Puerto de Santa Maria (Cádiz), después. En 1945 fue puesto en libertad.
Por su parte, Mercedes —la única hija de José y hermana de Sol, tambien nacida en España—, formó parte en su adolescencia de las Juventudes Libertarias de Cóbreces (Cantabria), localidad perteneciente al municipio de Alfoz de Lloredo.
Hasta el fin de sus días
El 20 de abril de 1937, el diario El Cantábrico anunciaba la celebración de un acto anarquista consistente en una doble sesión de conferencias que se celebraría el 21 de abril en el Ateneo Libertario de Torrelavega. En él, Antonio Herrera, secretario del Ateneo, impartiría la charla «La rebeldía de la juventud» y Mercedes Ladra disertaría sobre «las obligaciones que tienen las mujeres en estas circunstancias en que se está conquistando la Libertad» en una ponencia que llevaba por título «La misión de la mujer en los momentos actuales». Según dice la historiadora Araceli González Vázquez en el Blog La Murria, Mercedes Ladra Pérez se instaló en Viveiro tras la guerra civil —o puede que en Xerdiz (Ourol), de dónde procedía su padre— y vivió en la ciudad hasta el fin de sus días.