El joven pizzero que arrasa yendo de feria en feria con su horno portátil de leña: «Me va bien así, casi siempre agoto existencias»
A MARIÑA
Explica el secreto de su éxito, cómo ha llegado a cocinar 170 pizzas en un día y su ambición en el negocio
17 nov 2024 . Actualizado a las 10:40 h.César Otero (Noia, 1989, llegó hace cuatro a Tineo, en el occidente asturiano, a estudiar un ciclo formativo de gestión forestal. Se afincó en una parroquia rural, Mañores, y casi sin darse cuenta acabó convirtiéndose en un pizzero ambulante con un horno de leña portátil con un inusitado éxito, que agota existencias en prácticamente todas las ferias a las que acude. «Pizzas do país», su negocio, arrasa. Tal está siendo su éxito que César Otero optó por dejar el trabajo que tenía para dedicarse en exclusiva a ir por las ferias cocinando y vendiendo sus pizzas, por toda Asturias, con alguna puntual incursión en Galicia y El Bierzo.
«De momento por A Mariña no he ido. Estuve en Galicia en la Feira do Queixo de Arzúa, en un festival en Muimenta y, luego, cuando voy por Noia, participo con un bar del casco antiguo en un par de noches pizzeras que hacemos por Navidad. Por el Occidente astur sí he estado más, en Luarca en el mercado medieval, en un evento cicloturista en los Oscos, el domingo 25 voy a ir por Villayón... Lo voy organizando sobre la marcha, programando a un par de meses vista, porque raro es el fin de semana que no haya algo. A Mariña no me queda muy lejos y no descarto bajar. Me gusta trabajar en Galicia y en Asturias ya tengo casi todo cubierto. Si me lo proponen o me entero de alguna feria o evento, por supuesto que no descarto aparecer por A Mariña. Algo coincidirá, seguro. A Lugo le tengo cariño y tengo muchos amigos», señala.
Será entonces, si coincide, la oportunidad de probar su arte con el horno de leña ambulante, que por ahora (ayer, en el XXVII Festival del Esfoyón y El Amagosto de Navelgas, cumplió sus dos años justos de actividad) está arrasando por Asturias. «Casi siempre acabo el producto que llevo. De hecho, salvo en dos ocasiones, en verano, lo he hecho siempre. Lo máximo que he hecho han sido 170 pizzas al día, pero de tener material y tiempo podrían haber sido más: si hubiese llevado para 200 pizzas, las hubiese vendido. Tengo que ir mejorando en los cálculos. Soy principiante y voy aprendiendo sobre la marcha», apunta. Y aclara: las pizzas las vende a 10 euros, en cada hornada puede elaborar tres, y el tiempo de cocción es de siete minutos, con el horno a 400 grados.
Pese a su éxito, César Otero no tiene de momento más ambición que seguir con su puesto ambulante: «No me planteo tener un negocio físico estable. Me va bien yendo por las ferias, donde hay mucha gente. En el futuro, no sé, pero de momento no me lo planteo. También en alguna ocasión he llevado empanadas que elaboraba la víspera, porque es un producto típico de Noia que conozco y trabajo bien. Pero ha sido de forma muy puntual. La pizza en el rural se trabaja muy bien, es un nicho de mercado en muchas ferias, y no me quiero comprometer con más. Y tampoco aspiro a crecer. Me gustan las propuestas así, sencillas y más personales».
La carta: cinco variedades de pizzas elaboradas con productos de proximidad
Con la carta, César Otero no se complica. Cocina cinco variedades de pizza: la «Caralluda» (salsa de tomate, queso de Tineo semicurado de vaca con lacón cocido, también de Tineo, y al salir del horno se adereza con aceite de oliva y pimentón); «Ruggeri» (chorizo, tomate, queso, cebolla y aceitunas); cuatro quesos —todos asturianos—; «Afogada» (rúcula y queso de Afuega'l pitu), y «Mañores» (una pizza vegetal de temporada, con las hortalizas que da su propia huerta en cada momento del año».