
La muerte de la jugadora Jennifer Camargo, portera, con solo 26 años produjo una enorme tristeza en el Burela FS y en el Rodiles asturiano, equipo en el que militaba. También entre la afición, que en Burela es ejemplar. Quedará por mucho tiempo en la memoria seguramente, incluso entre quienes no la conocían, su sonrisa. Brasileña, ganadora del campeonato del mundo sub-18 con su selección y elegida cuarta mejor portera entonces entre todas las selecciones, Jennifer vino con toda la ilusión y ganas de triunfar en el fútbol sala. Lo estaba logrando en el Rodiles asturiano, equipo con el que colabora el Burela FS. Un grave tumor en la cabeza puso fin ahora a su vida.
Pero lo importante, lo que hay que destacar en este momento, es el gesto deportivo y humano del Rodiles. Un equipo humilde, pero que demostró una ejemplaridad que es digna de resaltar. Cuando a Jennifer se le detectó el tumor, del que fue operada a principios de año, el Rodiles le renovó el contrato y la apoyó y animó desde el primer momento para que se sintiese arropada y querida lejos de su país. Es un gesto enorme que conviene resaltar. Los humildes en lo económico demuestran ser grandes en muchas ocasiones en el aspecto más importante: el humano.