Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La dura experiencia de una mariñana que cerró su negocio: «Embargada y angustiada»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

La abogada viveirense Minia Insua Naval destaca que su representada ha expresado su voluntad de pago a la Seguridad Social por diferentes vías
La abogada viveirense Minia Insua Naval destaca que su representada ha expresado su voluntad de pago a la Seguridad Social por diferentes vías XAIME RAMALLAL

Denuncia que la Seguridad Social no concreta cuánto le debe ni fracciona el pago

17 ene 2024 . Actualizado a las 18:21 h.

Como «una humilde soñadora que quería emprender un negocio en A Mariña» se define L.S.T., una mariñana que ronda los 40 años y cuyo sueño se ha tornado en una pesadilla que la tiene «embargada y angustiada», e incluso la ha llevado a demandar a la Tesorería General de la Seguridad Social. El juicio tendrá lugar el próximo 29 de enero en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Lugo, como explica su abogada, la viveirense Minia Insua Naval. «Abrí mi negocio a finales del 2021 con toda la ilusión del mundo porque quería vivir de mi pasión. Invertí mis ahorros y mi esfuerzo. Fui a una gestoría y me arreglaron todos los papeles, y me acogí a una tarifa plana mediante la que iba a cotizar casi 70 euros al mes durante dos años. Todo parecían facilidades, pero enseguida la cuota empezó a venir más alta, y a lo largo del 2023 vi que las cosas iban a peor. La vida se encarecía, el alquiler me costaba 500 euros, el negocio no me daba y me pasaban recibos de autónomos que no me correspondían, de cerca de 300 euros. Así que en junio tuve que cesar el negocio y justificamos todo», explica L.S.T.

Semanas después, la mujer encontró trabajo en un supermercado cubriendo bajas y vacaciones, y nada más cobrar la primera nómina recibió una notificación en el teléfono móvil de la Seguridad Social reclamándole alrededor de 2.000 euros por cuotas supuestamente insatisfechas, puesto que había dejado de ser autónoma antes de dos años: uno de los requisitos que le habían exigido para acogerse a la tarifa plana de cotizaciones. «Aunque realmente la tarifa plana solo la tuve un par de meses», sostiene la emprendedora. Desde el cese de actividad, los mensajes en los que le demandan diferentes cantidades se han repetido, y la Tesorería le ha embargado dinero cada vez que ha ingresado alguna cantidad.

«Como una caza de brujas»

«En cuestión de minutos me dejaron con 30 euros en el banco. Es como una caza de brujas», indicó. Su abogada destaca que su representada ha presentado varios escritos y recursos de alzada para tratar de poner fin a un proceso que le está afectando a nivel económico, pero sobre todo psicológico. «Ha expresado en numerosas ocasiones y por diferentes vías su voluntad de pago, y la solicitud de fraccionamiento para evitar embargos, pero se consiguió nada por ahora», apunta Minia Insua Naval. «Es luchar contra algo muy poderoso. Te hacen sentir que no eres nadie, que pueden hacer contigo lo que quieran. La ley está hecha a medida del poder», concluye L.S.T.