
La Semana Santa Internacional de Viveiro es de sobra conocida, también por National Geographic que la menciona entre las mejores. Este Jueves Santo salió en procesión el paso de La Última Cena, era esperado porque además Jesús y los Apóstoles estrenaban nuevo ropaje. Las calles y plazas de Viveiro estaban repletas de gente y la lluvia, intensa en los días anteriores y aun el propio jueves, a esa hora de la tarde dio una tregua.
Pero, ¿qué vemos en la escena? ¿Qué cenaron Jesús y los Apóstoles? Es la gran pregunta, pero no hay respuesta. La Biblia explica los detalles de esa última cena, los diálogos y su enorme trascendencia, pero no concreta los alimentos más allá del pan y del vino.
Se suele mencionar pan ácimo (sin levadura), hierbas aromatizadas, salsas, cordero y en algunas referencias se añade pescado, por ser algunos de los discípulos pescadores (y/o pastores).
Reconocidos arqueólogos que estudiaron en profundidad el caso y las costumbres de la época, creen que hubo pan, tzir (una salsa fermentada de pescado para mojar el pan), vino en una copa común y puede que cordero, más por suposición que por certeza. Es probable que también dátiles e higos. Apuestan porque comieran en mesas bajas, reclinados, sentados sobre alfombras o cojines en el suelo.
Hay quienes se han basado en los menús de Las bodas de Caná y en el Banquete de Herodes. Otros, todos, en las costumbres hebreas. Pero no se sabe realmente qué cenaron, más allá del pan y del vino, que están en el origen de la Eucaristía.
Nadie cree que el famoso cuadro de Da Vinci reproduzca los verdaderos alimentos de aquella noche.