El río Eo, seco de salmones: «Datos abrumadoramente apesadumbrantes»

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Pese a que pescar un ejemplar se ha convertido casi en una cuestión de fe, todos los cotos están reservados hasta que finalice la campaña

14 may 2024 . Actualizado a las 12:12 h.

«O que se mete neste mundo da pesca fluvial xa nunca o deixa». Así se pronunciaba hace unos días Francisco Javier Rois, «Taracho», presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de A Pontenova, con motivo de la Festa da Troita. Y así se explica la afluencia de pescadores, que se mantiene día tras día (la temporada se abrió el 14 abril en los tramos asturianos del Eo y el 1 de mayo también en los gallegos, hasta el 31 de julio), con todos los cotos reservados, a pesar de que jornada tras jornada se van de vacío, sin ningún salmón en el cesto. El campanu del Eo, el primer ejemplar de la temporada, aún no ha picado. Nada extraño si se toma como referencia la campaña del año pasado, cuando solo se sacaron a tierra 10 salmones en el Eo. El campanu (el primer ejemplar en tramos asturianos del río), picó el día 28 de junio, en el día 65 de 77 de campaña. Fue un ejemplar de 5,1 kilos.

Los datos son abrumadores y no invitan al optimismo, al contrario, más bien a la alarma. También Francisco Javier Rois apuntaba alguna posible causa de la situación: «Vese algún salmón, pero de pouco servirá ter os ríos limpos se os salmóns son capturados no mar. Haberá menos e seguirán sen entrar». 

El impacto del escaso caudal

Si nos ceñimos al informe de la evolución de capturas de los últimos años elaborado por la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, el panorama es preocupante. «Para los ríos Eo y Esva, los números son abrumadoramente apesadumbrantes; sobre todo en los últimos seis años del intervalo de tiempo (16 años) analizado, aunque para el caso de ambos ríos, podría quedar en parte justificado por el escaso caudal de agua que vienen drenando en los últimos años, en los que la disminución de precipitaciones en las primaveras y veranos han propiciado un aumento muy significativo de los períodos de sequía; hecho que no contribuye precisamente a que los salmones traten de remontar sus cursos fluviales hasta que los niveles de agua aumenten con la llegada de las lluvias otoñales e invernales».

La Real Federación Asturiana de Pesca publica los balances anuales de capturas desde su fundación. En el Eo, en 1949 se pescaron 187 salmones. A partir de aquí hubo años excepcionales, con 1980 a la cabeza, con 1.222 ejemplares; y con otras cifras destacadas como los 753 de 1978; 703 en 1967; 835 en 1981 ó 667 en 1986, cuando comenzó el declive. Salvo el paréntesis de los años 2005 y 2006 que se cerraron con más de 230 salmones, las cifras de tres dígitos se volvieron infrecuentes. La alarma saltó en 1997 y 1998, con solo 8 y 12 salmones pescados. Y si nos ceñimos a los ejercicios más recientes, del 2018 al 2023, picaron 28, 29, 26, 50 y 18 salmones. El año pasado el balance fue incluso peor, con 10 capturas, siete en los tramos asturianos y tres en los gallegos.

En el resto de cauces salmoneros de Asturias los resultados tampoco son para celebrar, pero sí superan a los del Eo. 2023 se cerró con 96 salmones en el Sella y 157 en el Narcea, para un total de 373 en toda Asturias.

Otro informe que contribuye a hablar de la complicada situación del Eo se aportó el año pasado. Se hizo público en la Festa da Troita de A Pontenova y fue encargado por el Concello y el CIT pontenovés. Lo presentó el biólogo Fernando Cobo. De acuerdo con el estudio, en tres décadas el número de reproductores estimado cayó entre un 73 y un 90 %, y el de esguines (las crías de salmón en condiciones ya de vivir en el agua salada del mar), alrededor de un 24,6 %.

 El modelo de gestión

Cobo, profesor de Zoología y Biología en la USC de Compostela, manifestó que la mayoría de los problemas del Eo, como vertidos o la limpieza, son corregibles. Como factores que dificultan la supervivencia del salmón en el río apuntó las presas que carecen de dispositivos de franqueo para peces; la presencia de una especie invasora, el piscardo (en el Eo desde el 2010), que compite por la comida y que en algunos tramos representa hasta el 85% de la población de peces, y la elevada mortandad de salmones en dos etapas, el esguinado y en la fase marina de los adultos, que reduce el porcentaje de retorno. Y, por último, está el siempre controvertido modelo de gestión de pesca que se adopte.

En el concurso popular de A Pontenova, 25 de los 53 participantes se fueron sin pescar una trucha

Pese a todo, el Eo mantiene su encanto. Para prueba la demanda de cotos por pescadores. Marga Geada, natural de O Valadouro, que pescó el campanu del Eo en 2019, aún tendrá que esperar hasta el 21 de mayo para poder lanzar. No pudo conseguir plaza antes. Quizás llegue a tiempo de pescar el campanu. Hasta el 31 de julio seguirá habiendo pescadores. Ese día se cerrará la temporada de pesca. Este año se ha establecido un cupo de 30 salmones para el Eo. A partir de esta cifra solo se podrá practicar pesca sin muerte.

El salmón es el rey del río, pero a la trucha, también antaño pródiga en el Eo, no le va mucho mejor. Se vio en el concurso popular de pesca de la última Festa da Troita Los 53 participantes pescaron 66 piezas, con un peso total de 13,626 kilos. 25 pescadores se fueron de vacío, sin que les picase una trucha.