
Hay distintos métodos, como explican desde algunas pescaderías
21 jun 2024 . Actualizado a las 11:06 h.En la plaza de abastos de Viveiro recomiendan comprarlas muy frescas y congelarlas directamente sin lavarlas con agua dulce. Sugieren colocar las sardinas en el congelador tal y como se llevan en el táper, sin sal. La noche antes de prepararlas para San Juan, mejor pasarlas al refrigerador para que se descongelen lentamente. Esto asegura que el domingo estén como recién pescadas.
Una pescadera aconseja otro método, en una fuente con el fondo de sal, poner las sardinas encima, bañadas en ese sal, y meterlas en la nevera (no en el congelador).
Quienes opten por congelar las sardinas, el primer paso -recomiendan- es limpiarlas bien. Es crucial eliminar las escamas, las vísceras (y si es por bastantes días, la cabeza). Una vez limpias, se enjuagan las sardinas frescas bajo agua fría corriente para eliminar cualquier residuo. Secar bien las sardinas frescas con papel absorbente es un paso importante para reducir la formación de cristales de hielo, es clave para mantener la calidad al congelar sardinas frescas. Envolver cada sardina fresca individualmente en papel plástico para evitar que se peguen entre sí, y colocarlas envueltas en una bolsa de congelación diseñada para alimentos. Extraer todo el aire antes de sellar la bolsa ayuda a prevenir la quemadura por congelación.
Algunos armadores reservan parte de su cupo de pesca semanal hasta este viernes, esperando un aumento de la demanda y de los precios. Esta estrategia supone riesgos, ya que podría resultar en una sobreoferta de sardinas en el último momento, afectando negativamente a todos; más, cuando hay abundancia de sardina esta vez.
El precio va subiendo a medida que se acerca el San Juan; la sardina grande llegó a los 8-10 euros; la mediana, 5-8 euros.