
Días atrás se hizo viral la imagen de un hombre completamente desnudo andando por las calles de A Coruña, por la simbólica plaza de María Pita, ante el concello ni más ni menos. Parece ser, según trascendió en los medios, que era un «simpa» más o menos conocido en la ciudad. En esa ocasión le salió mal la jugada, en el restaurante le dejaron desnudo y tuvo que ir a la Policía Local para que le recuperasen al menos las llaves de casa.
Es conocido el hombre que se pasea muy de cuando en vez desnudo, al parecer, por Santiago. En Viveiro tiempo atrás fue muy comentada una acción semejante por parte de un hombre caminando desnudo también en invierno por la zona del centro urbano, en el área de Verxeles, cruzando a pie bajo el puente del tren un día frío de invierno, frío y lluvioso. Unos hablaban de que se trataba de alguien «al que se le había ido la cabeza», otros que pudiera tratarse de una acción con afán reivindicativo o simplemente afán de llamar la atención. Su imagen se hizo, efectivamente, viral. Aún había Policía Local en Viveiro y desconozco que fue de aquel hombre, que creo recordar llevaba sombrero o gorra puestos, eso sí, al menos la cabeza iba protegida.
Otra cosa muy distinta es el hombre que se tomó los vinos desnudo en la Festa do Albariño. También llevaba sombrero, curiosamente, para el sol. Estamos en un tiempo en el que llamar la atención cuenta y mucho, ser el rey de las redes a cualquier precio y no se valora la humildad, la serenidad, el trabajo y no digamos ya la inteligencia (que va unida, aunque la hay, y una imaginación que desborda).