Las «mamis moteras» quieren «romper estereotipos» sobre la pasión de la mujer por el mundo del motor

Mónica López Vila lleva el casco principal del grupo de las Gasmamis, formado por mujeres moteras a quienes les une esta pasión sobre dos ruedas, de ámbito gallego y con vínculos también directos con A Mariña por alguna de sus integrantes. Se inició en 2023 y su espina dorsal son rutas por Galicia, aunque este 2024 abrieron camino también hacia Castilla y León y Portugal. Ahora llevan a cabo un proyecto que tiene como público objetivo el alumnado de centros gallegos, esperando llegar también a los educativos en A Mariña. No tanto en el clásico formato de charla sino más bien con ánimo de interactuar con los más jóvenes, ya se acercaron con sus motos al IES Muralla Romana de Lugo (la fundadora, junto a Laura Lorenzo Brito, Raquel Latorre y Richard López) y a Friol, quedando pendiente Baralla para el día 19.

«La iniciativa escolar busca hacerles pensar a los chavales, si siguen creyendo que a día de hoy existe discriminación a nivel de hobbies, como si se sigue viendo raro que a un chico le guste la cocina. Queremos romper estereotipos y decirles que luchen por sus pasiones. La pasión es la misma pero lo que nos diferencia es la forma de sentirlas, eso queremos transmitir», señala López Vila. Su gira se llama «Andaina por as escolas», donde quieren dejar este mensaje: «No se trata del qué sino del porqué lo haces, tiene que ser tu pasión». Así como «educar sin estereotipos en cualquier actividad, en este caso del mundo del motor y de las motos como ejemplo, es el objetivo». El primer contacto en el instituto lucense, señala Mónica López, fue «súpergratificante».

«La moto no tiene identidad, no tiene DNI, pero sí que es cierto es que hay diferencia en cómo sentimos la moto y en lo qué necesitamos, los hombres y las mujeres»

Agrega que, precisamente, Gasmamis nació con esta idea base: «El propósito es crear un espacio para nosotras, para sentir las motos a nuestra manera. La moto no tiene identidad, no tiene DNI, pero sí que es cierto que hay diferencia en cómo sentimos la moto y en lo qué necesitamos, los hombres y las mujeres. Por ejemplo, había una chica que no se atrevía a hacer alguna ruta fuera porque no estaba acostumbrada a ir y le metía miedo ir con chicos porque iban muy rápido, y ella no se sentía segura». Las actividades que proponen son «aventuras con limitación de plazas, porque lo que pretenden es crear un ambiente en el que nos conozcamos todas», dice.

---

---

---