Kety Gutiérrez cierra una etapa de su vida como quiosquera en Viveiro: «Entro en otra nueva en mi vida, distinta pero emocionante»
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A MARIÑA
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Sobre el futuro de los quioscos, dice que si no se especializan «van a acabar cerrando»
17 ene 2025 . Actualizado a las 10:15 h.En el pequeño y estrecho toldo de la puerta de entrada de un negocio que ya cerró en la Avenida Navia Castrillón de Viveiro podemos leer «Papelería Laurel» pero todo el mundo lo ha conocido siempre como el «quiosco de Kety». Kety Gutiérrez (Avilés, 1958) acaba de cerrar una etapa de su vida como quiosquera. Queda atrás un ejemplo del pequeño comercio viveirense que comenzó en su momento, en 1987, como herbolario siendo el primero en la ciudad y luego evolucionó vendiendo prensa y revista para, finalmente, compaginar actividad con la venta de productos indonesios. Esto último debido a la relación de amistad que Kety entabló con la comunidad aquí asentada, hasta tal punto que la llaman «mami», como ella dice emocionada. Todo surgió porque la gente que vino de Indonesia, para trabajar en el sector de la pesca, recurría a ella para solucionar temas de papeleo, médicos, o para contarle sus problemas «verdaderamente serios», tal y como subraya ella. En relación con el sector de los quioscos, cree que acabarán cerrando si no se especializan en algo.
«Esta una etapa nueva que voy a abrir en mi vida, distinta pero muy emocionante»
«También _enfatiza_ tengo muy buen recuerdo de mis vecinos, a los que adoro. Siempre me he llevado muy bien con todos. Ahora al cerrar el kiosco, un día una niña me vino con una cajita de bombones, triste porque me iba. De hecho, tengo en casa un montón de dibujos de los niños, que me hacían, firmaban y dejaban, y yo los colgaba». «Los he guardado», apunta con cariño pues el local esta próximo a un parque infantil. «Esta una etapa nueva que voy a abrir en mi vida, distinta pero muy emocionante», finaliza. Ahora podrá dedicarse más a fondo a temas culturales que le interesan, sin olvidar su predilección por el estudio de la antropología cultural (admira a Marvin Harris), su pasión por la pintura al óleo o su interés por la medicina natural (hizo cursos de reiki). «Tengo un abanico muy amplio de cosas que me gustan, por eso nunca me aburro», concluye a pocos metros del establecimiento que reabrirá como tienda de productos indonesios y asiáticos por parte de Rany Kiyai.