
Luis Díaz, empresario mariñano de la madera, de Forestal Díaz Casariego
20 ene 2025 . Actualizado a las 19:48 h.«Estamos illados e iso lastra a rendibilidade. Sufrímolo moitísimo». Así de rotundo se muestra Luis Díaz, de Forestal Díaz Casariego, una de las principales empresas mariñanas del sector maderero, al referirse a las pésimas carreteras de A Mariña y Ortegal, el norte gallego. Según el Informe Ardán, que elabora anualmente el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, en el 2022 ingresó 6,8 millones y daba empleo a 22 personas.
Díaz expone que del occidente de A Mariña hacia Ence Navia, en Asturias, salen cada día un promedio de diez camiones, que no pueden evitar el centro de Viveiro por la falta de variante y que sin la A-74 tampoco pueden evitar la castigada N-642, coincidiendo con otros 10.000 vehículos por jornada. El transporte se convierte así en un problema. «Temos que atravesar a comarca si ou si e iso afecta moitísimo aos custos. Só nos tráileres, podemos ter uns 250 euros diarios de gastos a maiores: se multiplicas por dez unidades, podemos perder uns 2.500 euros ao día», cuantifica.
Al mayor gasto en combustible también se suma el de mantenimiento y ruedas, sufriendo los camiones cada vez que pasan por zonas como la Ponte da Misericordia, en el centro de Viveiro. Cada vez que los tráileres de Forestal Díaz Casariego se desplazan a As Pontes u otras zonas bien comunicadas, «a rendibilidade é aceptable», ahonda.
Díaz sintetiza el desencanto de una comarca con los sucesivos gobiernos en Santiago y Madrid. «Aquí móvense grandes volumes de madeira, pero seguen as estradas sen facer. Estamos abandonados, o noso é terrible. Nesta zona aguantamos o que nos boten, pero os custos soben, as tarifas non o fan en proporcións acordes e cada vez é todo máis difícil», sostiene.