La cita pudo celebrarse pese al vandalismo y congregó a unos 250 caballos y a mucho público
01 jul 2024 . Actualizado a las 12:49 h.«Un exitazo». Así define Alba Recalde, de la ganadería Xan das Bouzas, la 45 edición de la Rapa das Bestas de Campo do Oso, celebrada por los comuneros de Santa María Maior (Mondoñedo). Una cita que congregó a mucho público, deseoso de ver de nuevo una fiesta que simboliza el encuentro entre el ser humano y la naturaleza, y que recrea cada año la ancestral tarea ganadera de cortar las crines de los animales, a fin de desparasitarlos y curar sus heridas.
Xan das Bouzas y la Asociación de Criadores de caballos de pura raza gallega (Puraga) impulsaron la rapa, que reunió a unos 250 animales. Unos 15 «aloitadores» se las vieron con los caballos para poder quitarles las crines, ante un público que admiró su organización e inteligencia para sobreponerse a la fuerza de los équidos.
«A pandemia non lle beneficiou nada a esta rapa, desde o meu punto de vista, e comezamos da man de Puraga a pelexar para que se poidese celebrar cunha maior intensidade. Penso que o estamos a conseguir, vista a cantidade de xente que acudiu», explica.
«Fixo un gran día e tivemos moita xente de fóra: de León, de Asturias e mesmo de Andalucía. A verdade é que foi unha sorpresa a acollida da rapa, houbo quen nos dixo que o ano que vén repetiría seguro, e anima moito a seguir facéndoa. Houbo moita xente que loitou por ela e non queremos deixar que se perda», añade.
La idea de la organización, expone Recalde, es enriquecer la rapa en la próxima edición con un programa complementario.
Destrozado por vandalismo
La rapa de Campo do Oso tuvo que celebrarse en esta edición en una parcela cercana al curro, que hace días fue objeto de actos vandálicos por parte de personas desconocidas.
Los vándalos cortaron con motosierras los postes de madera tratada que delimitaban el recinto cerrado en el que se concentra a los caballos. Los comuneros calcularon pérdidas de más de 15.000 euros y lamentaron el daño causado a un curro que construyeron sus antepasados. Asistió a la rapa el conselleiro do Mar, Alfonso Villares.