Los arqueólogos logran descubrir la quilla del galeón hundido en Ribadeo

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

CEDIDA

También hallaron alguna pieza única en el mundo, de las que solo se sabía por grabados de los siglos XVI y XVII

20 jun 2019 . Actualizado a las 22:16 h.

Durante las dos últimas semanas, un equipo científico internacional, con el arqueólogo submarino Miguel San Claudio al frente, ha logrado llegar a la que se cree es la quilla del galeón San Giacomo di Galizia, hundido en 1597 en el puerto de Ribadeo. Fue la culminación a un minucioso trabajo realizado durante días para excavar, sacando a la luz parte de la estructura del buque y hacer una trinchera en la pila de lastre central, justo por debajo de la cubierta, donde se almacenaban piedras y pesos para lograr la estabilidad de la nave. Todo ese material fue retirado, para llegar a la cuaderna maestra y a la carlinga, sobre la que se asienta el palo mayor con una masa compacta. Todo ello, tras recabar minuciosa información que ahora será analizada, está siendo tapado de nuevo, para protegerlo. Para tener una idea del alcance de esta prospección arqueológica baste decir que nunca hasta ahora se había tenido al alcance una estructura semejante de un galeón español del siglo XVI. Y está aquí, en Galicia, en la ría de Ribadeo.

La elección de esta parte del barco para intervenir fue porque se buscó un sitio donde no fuera previsible encontrar material arqueológico. Porque el objetivo no es recuperar piezas, sino obtener la mayor información posible del estado del buque y, con ello, comprender cómo se construían y fabricaban estos verdaderos colosos que dominaron la navegación mundial.

Con todo, el tesoro que oculta el San Giacomo di Galizia es difícilmente ponderable y, de hecho, los arqueólogos encontraron alguna pieza, como una rueda de cureña de artillería del siglo XVI, de las que hasta ahora solo se tenía conocimiento por grabados de la época. La rueda, tras ser fotografiada, fue ocultada de nuevo en su lugar.

También se hallaron otros objetos y piezas, como restos de un peine, que en este caso sí fueron recuperados por el riesgo de expolio. Pero en estos momentos, para los arqueólogos tienen un valor residual, porque lo importante es el buque en sí, desentrañar su arquitectura naval, de enorme trascendencia histórica, porque fue en el siglo XVI cuando las naves hispano-portuguesas iniciaron una expansión marítima que propició su dominio del mundo durante siglos. Teniendo en cuenta el elevado coste de restauración de las piezas, no se busca recuperarlas, sino controlarlas y conservarlas con vistas a futuras intervenciones.

En principio, está previsto que los trabajos para ocultar de nuevo el galeón concluyan el viernes. La Xunta sufragó la actuación con 21.000 euros, con la colaboración del Institute of Nautical Archaeology estadounidense, que aportó 5.000 euros. También colaboraron buzos de la Armada.

Expertos mundiales

Conscientes de la relevancia del galeón hundido en Ribadeo, cada intervención se realiza con criterios exclusivamente científicos, reuniendo a verdaderas autoridades mundiales en la materia, como volvió a ocurrir en esta ocasión, como el catedrático Filipe Castro o el doctor Arnaud Cazenave de la Roche.

Lo que se ha verificado es el buen estado de la madera de este galeón de combate que fue botado en Castellammare di Stabia, en Italia, a finales del siglo XVI.

A la vista de toda la información recabada, con su análisis se profundizará en saber el estado de conservación y el alcance de la estructura del galeón, un coloso de 34 metros de eslora con una capacidad de carga de 1.200 toneladas, con un centenar de tripulantes y que, en su función de traslado de tropas, podía llevar a unas 300 personas más.

Miguel San Claudio se mostraba ayer muy satisfecho del resultado de la intervención y expresó su agradecimiento a la Consellería de Cultura, a la Unidade de Buceo de Ferrol de la Armada Española, al Club Náutico de Ribadeo, al Concello de Ribadeo y al CAS Costa Lugo, «por su apoyo, sin los cuales, sin duda, nuestro trabajo habría sido mucho más complicado».

Los buceadores hicieron una trinchera en la

pila de lastre central del buque

Tras realizar la excavación, los restos del galeón están siendo tapados de nuevo