Un Roque más por Ribadeo

José Francisco Alonso Quelle
j. alonso RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

J.A.

Tras décadas sin bautizar a un solo niño con el nombre del patrón de la villa ribadense, vuelve a resurgir en varios chavales, que cada año son distinguidos en las fiestas patronales

13 ago 2024 . Actualizado a las 13:06 h.

Roque es un nombre de los de toda la vida, pero que estaba en cierto desuso, olvidado. Como una forma de reivindicarlo, las camareras de San Roque -el grupo de mujeres que cuidan la capilla del copatrón de Ribadeo- decidieron en 2013 tener un detalle con los padres que eligiesen el nombre para sus hijos. Por entonces habían pasado varias décadas sin que ni un solo Roque fuese bautizado en las iglesias ribadenses. Pero apareció el primero y desde entonces ya se han sumado varios más. Sigue siendo un nombre poco común, pero Roque ya suena por Ribadeo. Ayer, uno más se unió al grupo de chavales agasajados por las camareras, aprovechando que esta semana se celebra la fiesta del patrón. Roque es hijo de un ribadense, David y de Virginia, madrileña. Nació el 4 de abril del año pasado y ahora, ya correteando, ha recibido su premio, que tiene mucho de simbólico: un grabado numerado y firmado, obra de Juan Monteavaro, en el que se puede ver la figura de san Roque que hay en la ermita, y una camiseta con el dibujo de los cocos, que son de los personales más emblemáticos de Ribadeo.

Ayer, Virginia y David comentaban que desde un principio tuvieron muy claro el nombre de Roque para su hijo. «Gusta moito. En Ribadeo din que é moi ribadense e fóra de Ribadeo chama moito a atención», apuntaba David. Y María señalaba también un factor sentimental y es que la abuela de David, María la Portuguesa, regentó durante muchos años un ultramarinos al pie de la capilla de San Roque, que después fue videoclub, que llevó un tío de David.

A su lado, las camareras de la capilla de San Roque sonreían, con la satisfacción de ver cómo poco a poco el nombre de Roque comienza a resurgir de nuevo en Ribadeo: «Polo menos, xa non soa raro. Xa hai varios nenos e dá gusto ir pola rúa e oílo por aí», señalaba Mari Carmen.