Adrián López Latorre, Tracermagic, dice que los trucos fueron su refugio tras renunciar sus padres a cuidarlo y criarse con su abuela en A Mariña
06 nov 2024 . Actualizado a las 22:15 h.«La magia me salvó la vida. Mi madre me abandonó cuando nací y mi padre se iba, volvía... Tenían problemas y la que se ofreció a cuidarme fue mi abuela», explicó ante las cámaras Adrián López Latorre, mago de Ribadeo que bajo el nombre artístico Tracermagic ha conquistado a la audiencia y al jurado en el popular concurso televisivo Got Talent. Cuenta el joven mariñano, de 24 años, que «era muy antisocial y por estas cuestiones personales no me gustaba hablar con la gente, era tímido hasta el punto de ponerme nervioso». Todo cambió con un truco. El que aprendió con unas monedas e hizo una vez en clase, a los dieciséis. El alumnado y la profesora se quedaron sorprendidos con su pericia, y su reacción le motivó a profundizar. Encontró una actividad con la que se siente como pez en el agua.
«Me dije: ¿Y si aprendo otro truco?. Busqué en Youtube y aprendí más, y los mostré en clase otra vez. Así, sin darme cuenta, me enganché a la magia y ya empecé a inventármelos yo. Probé con cartas, que me encantaban, y aunque al principio me costaba me fueron saliendo las cosas. Y con el tiempo me solté y ya hice cosas de mi autoría, como el que me llevé a Got Talent», apunta Adrián, que nació en Valencia pero se considera de Ribadeo «de toda la vida». De A Mariña le gusta «todo. Es un gran sitio para vivir», subraya.
A Florentino Fernández, Paula Echevarría, Tamara Falcó y Risto Mejide les hizo flipar —muy de cerca— adivinando la carta elegida por cada uno, con cuatro barajas diferentes. Además, dejó su sello haciendo gala de su humor. «Estás serio, ¿eh, Risto?», espetó. «Hazme reír», respondió el enfant terrible de los concursos de televisión. «Después», contestó el mago ribadense, desatando las carcajadas. Y para acabar involucró al presentador, Santi Millán.
«Me gusta aderezar los trucos de magia con humor, aunque no preparo nada. Tengo una personalidad vacilona, improviso todo y que sea lo que dios quiera. En este caso los traté como si fueran conocidos míos, porque al final son gente normal», ríe.
Su actuación cosechó tres votos favorables —solo faltó el de Mejide—, lo que le vale seguir en el programa. «Nos has volado la cabeza», señaló Florentino Fernández.
«Como experiencia, participar ha sido muy satisfactorio. Estuve con 17 años ya en el programa y la cosa no salió tan bien, pero esta vez me sentí muy cómodo», recuerda Adrián, que trabaja en la hostelería como camarero y que tiene como objetivo ser profesional. «Mi sueño es vivir de la magia», sostiene.
Lo más curioso es que pese a encandilar en un programa de máxima audiencia estatal y a que tiene ya sus seguidores en redes sociales —casi 9.600 en Instagram—, Adrián apenas ha actuado como mago para un público presencial. «Hice alguna actuación, pero hace un montón de tiempo. Por el momento es mi hobby», admite. No obstante, el teléfono sí ha sonado a partir de su actuación en Got Talent.
«Me llamó una organización de magia de Galicia para hacer actuaciones. La primera puerta ya está abierta y eso es lo bueno, estoy muy contento», confiesa.
Adrián responde a La Voz de Galicia mientras pasea por la calle y en lo que dura la entrevista ya ha tenido que pararse tres veces porque lo saludan los vecinos. «Estás feito un crack, encantoume», se escucha a una mujer al otro lado del teléfono. «Te vi, qué bien, eh», dice otro transeúnte. «Estos días han sido... Buf, no te puedo ni contar», resopla con humor Adrián. Tal es el impacto de la televisión y, por supuesto, del talento del nieto de Marina.