Leopoldo Calvo-Sotelo sigue prestigiando Ribadeo 16 años después de su muerte

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Pilar Ibáñez, viuda de Leopoldo Calvo-Sotelo, y varios de sus hijos en la presentación del retrato del expresidente del Gobierno en Madrid
Pilar Ibáñez, viuda de Leopoldo Calvo-Sotelo, y varios de sus hijos en la presentación del retrato del expresidente del Gobierno en Madrid

Un retrato suyo con el puente de los Santos de fondo comparte protagonismo con otro del también expresidente del Gobierno, Sagasta, en el Colegio de Ingenieros de Caminos en Madrid

06 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El expresidente del Gobierno de España, Leopoldo Calvo-Sotelo, fue uno de los grandes valedores de Ribadeo. Nació en Madrid y su vinculación con la villa ribadense se dio por ser la cuna de su madre y su abuelo. En Ribadeo creció y pasó largas temporadas. Su bote de vela latina, el Juanín, luce en la rotonda de O Xardín. A él se debe la creación del marquesado de la Ría de Ribadeo, del que fue el primer titular; también buena parte de la popularidad que hoy tiene la playa de As Catedrais, y en Ribadeo fue enterrado en el año 2008.

En vida no escatimó ayuda a Ribadeo desde los puestos que desempeñó y una de las obras señeras cuyo impulso definitivo se le atribuye fue el puente de los Santos que une Galicia y Asturias sobre la ría y al que se asoma desde la casa que los Calvo-Sotelo tienen en Guimarán.

Dieciséis años después de su muerte, Leopoldo Calvo-Sotelo sigue prestigiando a Ribadeo en episodios que se ignoran o pasan desapercibidos para el grueso de la población. Ocurrió recientemente con la presentación del retrato a óleo del expresidente del Gobierno que cuelga en un salón de la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de España en Madrid, compartiendo protagonismo con un retrato más, el del otro presidente de España que, como Calvo-Sotelo, se tituló como ingeniero de caminos: Práxedes Mateo Sagasta.

En el óleo, obra de Álvaro Toledo, se ve a un Leopoldo Calvo-Sotelo joven, en la imagen que tenía cuando era presidente del Gobierno, con el puente de los Santos de fondo antes de que fuese desdoblado como autovía. Con esta imagen Álvaro Toledo quiso simbolizar lo mucho que tuvo el proyecto del puente para estrechar lazos entre dos comunidades, la gallega y la asturiana, lejos de la polarización que caracteriza la política actual. Otro motivo de orgullo para Ribadeo y los ribadenses.