Un hostelero de Ribadeo tramita instalar el primer expendedor de comida y bebida con una terraza con 10 mesas en As Catedrais

La Voz RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

Colas para entrar y salir de la playa de As Catedrais, con el bar restaurante existente al fondo
Colas para entrar y salir de la playa de As Catedrais, con el bar restaurante existente al fondo

Sería un puesto temporal, de mayo a finales de septiembre, sin impacto acústico ni contaminante. En la actualidad solo hay un bar restaurante en el acceso a la playa

12 feb 2025 . Actualizado a las 14:28 h.

El hostelero de Ribadeo José Blanco, del restaurante La Solana, ha solicitado permiso para montar un establecimiento expendedor de comidas y bebidas en la playa de As Catedrais, que contaría con una terraza con diez mesas con sus respectivas sillas. El proyecto se expone en las oficinas del Servicio Provincial de Costas (en Lugo y Foz) y en el Concello de Ribadeo para su consulta y, en su caso, presentación de alegaciones, como paso previo a resolver la solicitud y autorizar la instalación. El puesto sería temporal y desmontable, solicitándose la ocupación del dominio público del 1 de mayo al 30 de septiembre.

De ir adelante este proyecto, el puesto y la terraza si situarían al lado del arroyo que vierte en la playa, en dirección a los aseos y haría competencia directa al bar restaurante que hay junto al acceso al arenal.

 La solicitud para llevar a cabo este proyecto se presenta al amparo del Reglamento General de la Ley de Costas, que regula los usos permitidos en playas, incluidos los servicios de temporada como chiringuitos, que son considerados actividades económicas compatibles siempre que no alteren el medio natural.

 La instalación sería un quiosco desmontable, de una única planta y una altura de 2,40 metros, que por su localización no alteraría las vistas del monumento natural de As Catedrais. Sería un contenedor móvil de madera integral o con acabado de madera, de 6 metros por 2,50, que se dispondrá directamente apoyado sobre el terreno, sobre cuatro apoyos de madera maciza, sin necesidad de algún tipo de cimentación. Los acabados exteriores -se indica en el proyecto- serán acordes con el entorno, pudiendo ser madera tratada en tono roble o castaño, o incluso pintada de colores que mimeticen con el entorno. Y se aclara que no se producirían ruidos ni emisiones contaminantes. Una vez finalizada la temporada, las instalaciones serán completamente desmontadas y retiradas, sin que quede huella física de su presencia, se añade en la documentación.

 La superficie a ocupar sería de 15 metros cuadrados cerrados, los referidos al quiosco desmontable de 15 metros cuadrados (6 metros por 2,5 metros) más cinco metros cuadrados de almacén anexo, otros 50 metros cuadrados abiertos para la zona de terraza equipada con diez mesas y sus correspondientes sillas y 15 metros cuadrados de zona de servicio.