Multas de hasta 3.000 euros a los maderistas que destrocen caminos en Ribadeo
RIBADEO

De ignorar las sanciones, el Concello reparará los viales de forma subsidiaria y después reclamará el pago de la factura correspondiente
19 mar 2025 . Actualizado a las 14:07 h.La corporación municipal de Ribadeo debatió en el pleno de este martes las alegaciones presentadas a la nueva ordenanza que regula las sanciones que impondrá el Concello de Ribadeo a los maderistas si no reparan los caminos que dañen en las cortas de montes y durante el acopio y transporte de la madera. Fueron las que presentó Lugo Madera y se aceptó algún cambio puntual que no afecta al fondo de la normativa.
El debate de las alegaciones era el trámite que faltaba para que la ordenanza adquiera el rango de definitiva y entre en vigor.
Esta nueva ordenanza viene a sustituir a la que aprobó en su día el gobierno del BNG, con Fernando Suárez en la alcaldía, obligando a los maderistas a depositar una fianza para garantizar que repararían las vías públicas que dañasen. En todo el proceso para cambiar la norma el BNG siempre se posicionó a favor de mantener la fianza, con el argumento de que ha bastado con amenazar a los maderistas con aplicarla para que subsanasen los daños que ocasionaban en los caminos. Pero con el PP en el gobierno municipal se manifestó que esta norma «era moi pouco aplicable, difícil más ben de aplicar e tamén bastante irreal», en palabras del alcalde, Dani Vega, que decidió eliminarla apelando al buen hacer de los maderistas en tanto se redactaba una nueva normativa. El resultado no fue el esperado, de modo que incluso Dani Vega tuvo prohibir temporalmente las sacas de madera dada la cantidad y calibre de los daños en caminos.
Lo que se hace ahora es que todos los maderistas deben informar por medio de la aplicación Notifor dónde están trabajando y por qué caminos sacan la madera. De no hacerlo en tiempo y forma, el Concello de Ribadeo los sancionará con 100 euros de multa. Y si al sacar la madera dañan los caminos y no los reparan se estipulan sanciones de 1.000 a 3.000 euros, además de la obligación de reponerlos a su estado original. En el caso de que un maderista no acate la orden, el Concello actuará de forma subsidiaria, ejecutando las obras y reclamándole después al maderista el pago de la factura correspondiente.