Es la vía que propone CC.OO. al Concello de Viveiro asumiendo la gestión
21 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Un cambio de titularidad de Turviveiro al Concello y la subrogación de la plantilla en su totalidad, sin que signifique cambio en las condiciones labores de los trabajadores. Esta es, en resumen, la propuesta que ayer entregó CC.OO. a la alcaldesa de Viveiro, maría Loureiro, en el contexto de un informe elaborado por los servicios jurídicos del sindicato, avalado por varias sentencias favorables del Tribunal Supremo.
Es la vía que propone el sindicato, pero no la única, porque los técnicos municipales y de la Diputación trabajan en otras posibilidades que no choquen con la ley de cumplimiento presupuestario que dicta el Gobierno y que permita que el Concello asuma la gestión directa. Una de ellas es la de asumir el servicio y realizar una convocatoria pública de plazas, que si bien supondría aumento de la plantilla municipal no llevaría aparejado un incremento del presupuesto del Concello. «Esa plantilla sería amortizada por los propios ingresos de la piscina, y el IVA sería menor», señaló Loureiro, que dejó claro de nuevo que «aquí no se habla ni de privatizar la piscina ni tampoco de cerrarla, eso es lo primero que volví a dejar claro».
Marcos Pérez, de CC.OO., que acudió a l a reunión con la delegada de personal de la piscina, Marta Alonso, señaló que el cambio de titularidad y la subrogación de la plantilla tampoco supondría peligro para el equilibrio presupuestario municipal, ya bastante debilitado, partiendo del hecho de que en la actualidad Turviveiro es ya una empresa que depende del Concello. «El cambio de titularidad pasaría a ser público y posibilitaría la subrogación de los trabajadores, que seguirían con su contrato por el Estatuto de los Trabajadores con el convenio de referencial», señaló.
El sindicalista reconoció que «es verdad que hay más vías», pero la propuesta de CC.OO. es «la más sencilla para iniciar el proceso» que tiene que culminar antes del 1 de diciembre por el déficit que acumula el servicio. Pérez confía en que haya una respuesta en un plazo razonable. Mientras, los trabajadores siguen recogiendo firmas entre los viveirenses, que ya rozan el millar.